"Para mí hay tres problemas principales para meterse en los wargames: el primero es dónde empezar, el segundo es el costo, y el tercero, su complejidad", reflexiona Adam L. Dobbyns, literalmente al otro lado del mundo. El escritor australiano ganó notoriedad en el mundillo digital lúdico por la cantidad de mini-juegos que desarrolló "en público" y subió a redes sociales. Algunos, como Dice Legions, generaron tanto entusiasmo que pronto llegarán sus versiones comerciales al circuito alternativo. Porque sí, hay una escena de wargames alternativa, con un costo mucho más bajo.

► Wargaming barato: cómo empezar

Los wargames (literalmente "juegos de guerra") son juegos donde uno, dos o más jugadores simulan una batalla por intermedio de miniaturas de plástico, resina o plomo. Puede ser alguna contienda histórica, un escenario de fantasía medieval, un cruce entre naves espaciales. Hay decenas de temáticas, pero las más populares siguen siendo la fantasía y la ciencia ficción.

Aunque hay un "gigante" establecido (Games Workshop, con Warhammer y Warhammer 40k a la cabeza) y unas cuantas alternativas comerciales (Kings of War, Stargrave), esos wargames resultan caros para el devaluado bolsillo nac & pop. Y complejos para quien no tiene mucho tiempo de meterse un manual de reglas entero. Internet, por suerte, viene al rescate. Especialmente si se maneja mínimamente el inglés.

Lo clave es que hay opciones. Una es cambiar la escala, lo que no refiere solamente a abandonar las batallas épicas con decenas de figuras por bando y pasar a escaramuzas de unas pocas miniaturas por jugador. La mayoría de las miniaturas comerciales se producen en la escala estándar de 28 mm. Pues hay opciones para jugar con miniaturas más pequeñas y baratas de 15 mm o, aún más, la posibilidad de hacerlas uno mismo todavía más minis, de 6 y ¡hasta 2 mm!

Dice Legions, de Adam Dobbyns, está saliendo al circuito comercial alternativo.

► "Todos tienen dados en la casa"

Y luego, claro, está la opción de abandonar las miniaturas, cambiar el terreno por dibujos en un papel y, sencillamente, abrazar la locura de Dice Legions y su creador australiano. "Dice Legions ganó popularidad porque todos tenían dados en la casa y podían empezar a jugar inmediatamente", considera Dobbyns. "Es un juego que desarrolla todo el potencial del accesorio más común de los juegos de mesa, que son los dados", señala.

Los primeros pasos de ese fenómeno se cocinaron en el grupo Super Cheap Wargaming (de "wargaming súper barato"), al que él llama "una utopía creativa de jugadores que viven fuera de los juegos comerciales convencionales". La idea prendió y pronto tuvo que bajarla de las redes porque apareció Modiphius Entertainment con la propuesta de publicarla. Según el creador, desde la editorial entendieron su idea de hacer wargames accesibles en lugar de publicarlos pensando en cómo vender el próximo suplemento y la próxima tanda de miniaturas. Menos, para él, es más.

Dobbyns considera que su pasión como diseñador de juegos viene de una infancia con varias enfermedades. "Eso llevó a que mi mente sea un patio de juegos, una serie de mundos interiores, como los llamo, ¡tengo cientos!", asegura. Y advierte que jugar uno de sus juegos es adentrarse también en uno de esos mundos. "Cuando en la vida real estoy en un café, capaz al mismo tiempo internamente viajo en una nave espacial o estoy herido de muerte por una criatura mítica en las orillas de una isla olvidada, mis juegos vienen de poder poner estas ideas en un método lúdico para que podamos interactuar con esos mundos. Una especie de turismo creativo."

► Primeras impresiones y flotas de broches

Si los dados quedan cortos para representar todo el calor y color de una batalla, existen incluso otras alternativas a las miniaturas. Como recurrir a un print & play, donde las fichas y el escenario se pueden imprimir a bajo costo. El grupo de Facebook de "Pocket Wargaming" está lleno de ideas al respecto.

Y, es más, hasta hay naves hechas con broches de ropa. Sí. Así de falopa, bajo presupuesto y cebado como suena. Y están buenísimas. En Facebook se desató una fiebre del "clothespin wargaming" en varios grupos de gente que se puso a construir sus propias flotas espaciales primero, y a buscar sistemas de juego después. ¿Cuáles? Muchos eligen A Billion Suns, Warflets: FTL, Castles in the Sky o Full Thrust, entre otros.

Las naves hechas con broche de ropa son una alternativa para reducir costos al jugar.

► Dónde conseguir wargames y reglamentos

Todo esto podrá sonar muy lindo, pero, ¿dónde se consiguen esos reglamentos? Otra vez, hay muchas opciones. Una particularmente buena es Onepagerules.com. Aunque su nombre lo sugiere, en realidad sus reglas sí ocupan más de una página. Ocupan 4, y 8 en sus versiones completas (que reciben quienes se copan con su Patreon). Tienen reglamentos para muchas ambientaciones distintas y, dentro de éstas, para muchas facciones. Y aunque es cierto que son parcialmente comerciales, suele justificarse el desembolso.

Ahora, si hay tiempo de sobra para probar sistemas de juego, en FreeWargamesRules hay literalmente de todo, decenas y decenas de opciones. Otro sitio bastante popular en el circuito es Junior General, un espacio pensado para usar los wargames como herramienta pedagógica en la enseñanza de historia, con recursos para incorporar wargames (sobre todo históricos, claro) de descarga gratuita.