En un panorama donde reina el competitivo a distancia, la novedad de Josef Fares reclama sí o sí un compañero para compartir, sea online o desde el sillón.
Una narrativa que representa la batalla contemporánea contra la apatía y dos protagonistas con problemas que resuenan en millennials y nativos digitales.
Una aventura con mucho de El nombre de la rosa, algo de las pinturas de Goya, y dinámicas interesantes respecto al día/noche y al nivel de cordura de los PJ.
"Hay pocos elementos porque estoy en contra de lo que se está convirtiendo Internet y de estar todo el tiempo pasando contenido en segundos", dice uno de sus creadores.
Empezó como historieta y devino en juego de rol, con personajes que intentan sobrevivir en un conurbano infestado de no-muertos.