Desde hoy y hasta el sábado, el departamento vallisto de San Carlos será sede de una nueva edición de "Barro Calchaquí, el encuentro latinoamericano de cereamistas", que busca revalorizar el oficio de la cerámica a través de la producción de obras artísticas y artesanales. De esta manera, llegarán a la provincia más de 30 artistas del país y América Latina, quienes serán parte de diversas actividades libres y gratuitas en la plaza central 4 de Noviembre. 

Gastón Contreras, uno de los organizadores históricos del evento, y actual director de Cultura de la Municipalidad de San Carlos, contó a Salta/12 que el concepto que manejan este año gira en torno a la celebración, pues sostuvo que la necesidad de encontrarse y reunirse alrededor del barro, cobró más fuerza después de transitar la pandemia. De esta manera, adelantó que serán 36 los ceramistas que trabajarán en la plaza realizando una pieza de cerámica a la vista del público. Para ello, contarán con 10 kilos de arcilla, que fue recogida semanas atrás por los organizadores. 

Además habrá muestras, charlas, conversatorios, música y otras actividades participativas, que pueden verse aquí, ó, en el Facebook e Instagram, denominado Barro Calchaquí 2022. Entre las actividades se destacan la charla "Experiencias pedagógicas con la cerámica en el campo expandido", a cargo de la maestra Graciela Olio y su equipo: Anabel González, Fernanda Ventura, Luciana Poggio y Deborah Vicente. 

Entre otras actividades, se proyectará el documental "En busca del fuego azul", de Baltazar Sagárnaga, que relata la vida y obra de Emilio Ramón Haro Galli, uno de los artistas reconocidos del norte argentino, y que también estará compartiendo una muestra de sus trabajos. Quien también se sumará a la celebración será el artista jujeño Bruno Arias, que se presentará el miércoles 20, a las 21, en la plaza central. 

También habrá una charla de la maestra Lili Sandoval Panduro, que llegó a la provincia desde la selva amazónica Pucallpa, de Perú, y que compartirá la cultura del Pueblo Shipibo-Konibo, a través de los textiles y la cerámica con sus diseños sagrados. En ese sentido, Contreras destacó que están "muy contentos porque se vive un ambiente muy festivo y comunitario". 

Recogiendo la arcilla para la edición de este año.

El organizador destacó que se contará con la presencia de varios representantes de comunidades indígenas de América Latina y del país, como es el caso de un grupo de alfareras del Pueblo Chané de Campo Durán, en el norte salteño; o del grupo de alfareros de la comunidad originaria de Casira, de la Puna jujeña. El fin es que "muestren su manera de hacer, tan particular y característica", ya que "el espíritu del barro tiene que ver con lo comunitario y lo originario, y eso es algo que está presente en toda Latinoamérica", expresó el funcionario municipal. 

Es por eso que destacó que una de las transformaciones que se fueron dando en el evento giró en torno a la geografía, ya que en un primer momento se reunían a ceramistas sólo del país. Pero poco antes del inicio de la pandemia, se dio un Barro Calchaquí en Cuzco (Perú), que motivó a que también esté presente el espíritu latinoamericano. En la edición de este año participarán ceramistas de Bolivia, Chile y Paraguay, Uruguay y Brasil. 

El Barro Calchaquí es un un evento autogestivo, que cuenta con el apoyo de la Municipalidad de San Carlos y de algunos comercios, instituciones y particulares de la zona. Se estima que serán más de 500 los sancarleños que participarán y colaborarán para llevar adelante todas las actividades. Su realización es caracterizada como "una gran Minga, en la que convocamos a todo aquel que se acerque, a construir un espacio horizontal de crecimiento, reflexión, aprendizaje, y fortalecimiento de la comunidad". 

El proyecto se inició en 1994, bajo la iniciativa de ceramistas de los Valles Calchaquíes, como Rafael Bonorino y  Martina Wannier, con el propósito de destacar este oficio. La actividad se suspendió en 2000, y recién volvió a realizarse en 2010, con la organización de Contreras y el artista Juan Nadalino. 

"Se comenzó pensando en la cerámica como centro, pero después se fue convirtiendo en una fiesta popular, donde se dan otros tipos expresiones", ya que se fueron sumando diferentes producciones de artesanos y productores de la zona, dijo Contreras. Por eso, del 20 al 24, se llevará adelante también una feria, donde se verán distintas producciones y también se venderán herramientas e insumos para los propios ceramistas. 

El evento ya es un clásico, tanto para el departamento vallisto como para el resto del país, por lo que desde hace dos meses San Carlos tiene todos los hospedajes llenos, incluido el camping y muchas casas de familia que darán hospedaje. Lo mismo ocurre con Animaná, una localidad que está ubicada a 10 kilómetros del pueblo. 

En ese sentido, el funcionario destacó que le "pone muy contento" su puesta en marcha "porque es pensar y hacer que la cultura funcione como una industria cultural real", dado que los artesanos venden y se lucen; los hoteleros tienen sus hospedajes llenos, los pequeños emprendimientos de comidas "se venden bien", y los gastronómicos tienen llenos sus locales. "Así se arma una cadena de beneficios", manifestó.