El exjuez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni advirtió con crudeza que el Poder Judicial puso en marcha un mecanismo para avanzar en la proscripción de la vicepresidenta Cristina Kirchner de cara a las elecciones de 2023. “¿No se dan cuenta que hay un libretista único y diferentes adaptaciones por los directores teatrales locales que se encargan de montar el espectáculo en cada país?”, añadió. “Si alguna duda les puede caber lean y relean las declaraciones de John Bolton”, remató.
Bolton es un exasesor de Seguridad de la Casa Blanca, que hace dos semanas confesó haber "ayudado" a planear golpes de Estado en distintos países. El diplomático norteamericano, que ocupó un cargo en el Ejecutivo de Donald Trump, no se ruborizó para reconocer la intromisión de los Estados Unidos en los asuntos internos de otras naciones y añadió que "se necesita mucho trabajo" para derrocar a un gobierno y tomar el poder de un país. Para Zaffaroni, esta declaración no tiene un peso menor, y tiene que ver con el “libreto” al que hizo referencia.
El lawfare a dos tiempos
La impunidad de los propios
Para el exjuez, los últimos movimientos de la justicia federal, que sobreseyó a Mauricio Macri en la causa del espionaje a los familiares de la tragedia del ARA San Juan, fueron “previsibles”. Y advirtió que también lo es el hecho de que “en el futuro haya cosas peores”. “No podía esperarse otra cosa desde que nunca se hizo nada para corregir los defectos institucionales de nuestro Poder Judicial”, criticó.
“Permitieron que un grupo de jueces acaparara, con una suerte de fuero de atracción, todas las causas que interesan a su empresa de lawfare”, alertó.
“No sé quién se sorprende por el sobreseimiento de Mauricio Macri. Fue decidido por jueces trasladados por él en forma irregular y sostenidos en esa posición por la Corte Suprema, cuya permanencia misma prolongó a través del manotazo que le dio al Consejo de la Magistratura para demorar el nombramiento de los jueces naturales. Ahora toda la causa de espionaje va a ir a parar al mismo juez que ahora ocupa el lugar de Bonadío. Y acabará en nada. Con el argumento ya tratado por los jueces no naturales”, describió el exjuez de la Corte en declaraciones a AM750.
En este proceso, Zaffaroni remarcó que a los magistrados no les importó haber cambiado el discurso. Antes definió que todo el espionaje era ilegal, pero que lo habían hecho perejiles por su cuenta. Locos sueltos. Ahora dice que todo estaba bien y que los “perejiles” actuaban por órdenes correctas y legales.
“Si se espió a los familiares de las víctimas del ARA San Juan, a personas vinculadas a los Derechos Humanos, a opositores, aliados, a la expresidenta, a periodistas, a comedores, todo fue por la seguridad del Presidente”, dijo.
“El lawfare funciona a dos velocidades perfectamente sincronizadas. No solo criminaliza y estigmatiza a los contrarios, sino que al mismo tiempo garantiza la impunidad de los propios”, sentenció. Y dió pie al segundo de los tiempos.
Perseguir a los ajenos
“La justicia federal en vista a las elecciones del 2023 limpia el plato de la balanza de Macri y al mismo tiempo ensucia el de Cristina. Porque quiere proscribirla. Quien no se da cuenta de esto es porque mira únicamente lo que pasa en nuestro país, porque tiene una visión limitada, pueblerina. Pero si levantase un poquito la vista y mirase toda la región, vería que en todos lados el lawfare funciona a dos velocidades perfectamente sincronizadas”, advirtió Zaffaroni.
A lo que añadió que no le cabe ninguna duda de que “se programa proceder con mucha celeridad condenando a Cristina con gran difusión de los medios para que luego que la Casación rechacen cualquier recurso y la Corte Suprema lo selle con su famoso 'no me interesa'”.
“El libreto es único y es regional. No sé si tendrá éxito en la Argentina. Los directores teatrales pueden fallar. Se puede caer el escenario. Alguien puede funcionar a consciencia. Y también puede ser que los tiempos no den para finalizar el programa. Como todo hecho futuro nada es del todo cierto. Pero que el programa está en marcha no me cabe duda. El curso de los hechos lo señala. Hay un programa trazado para proscribir a la vicepresidenta en las elecciones del año próximo”, denunció.
Y finalizó: “De la misma manera en que lo consumaron con Lula y con Rafael Correa. El escándalo de los medios monopólicos es indispensable en todos lados. Hasta los detalles coinciden: hubo cuadernos escritos por memoriosos, hubo arrepentidos en todos lados, y se inventaron disparates jurídicos. La decisión estaba tomada antes del juicio. ¿Por qué en nuestro país el destino sería diferente? El lawfare avanza y nadie lo detiene”.