Después de que la concejala Malvina Gareca presentara un proyecto para la creación de un Programa de Salud y Gestión Menstrual Integral en el Concejo Deliberante de la ciudad de Salta y en la Legislatura provincial, ayer se llevó adelante un conversatorio con el objetivo de que se reconozca y aborde la salud menstrual como un tema de salud y de derechos humanos. Esto significa visibilizar la menstruación y las problemáticas de salud que surgen de ella y que se vinculan con dimensiones físicas, psicológicas, sociales, económicas y ambientales.

La propuesta legislativa de Gareca no sólo tiene por objeto establecer un régimen de provisión de productos de gestión menstrual, sino que también se propone garantizar la promoción de la salud menstrual. En este sentido, pretende visibilizarla como cuestión de interés público. Según el proyecto, esto permitirá garantizar como derecho el acceso efectivo, de manera gratuita e irrestricta a estos productos para quienes se encuentren en una situación de vulnerabilidad socioeconómica. 

La concejala manifestó durante el encuentro que es preciso encontrarse con diferentes sectores de la comunidad salteña y con representantes de distintos organismos del Estado para que se empiece a trabajar en la problemática. Aseguró que se trata de "visibilizar un tema que ha sido escondido durante muchísimo tiempo, pero que nos implica abordarlo de manera integral", teniendo como ejes centrales la educación, la salud, la ecología y la economía. 

Precisamente, a mediados de junio, el Observatorio de MuMaLá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) informó que de 2021 a 2022 los productos de gestión menstrual aumentaron un 41% en la ciudad de Salta. Por lo que, en la actualidad, una persona menstruante necesita $829,17 por mes para acceder a los elementos que componen una canasta básica y permiten tener un buen tránsito del período menstrual.

Sin embargo, debido a la crisis socioeconómica, 6 de cada 10 mujeres de barrios y villas populares de la ciudad dejan de comprar productos de gestión menstrual para adquirir alimentos, precisó el Observatorio. Por ello, la legisladora capitalina insistió en que aún "falta que se tome conciencia y se tome como una prioridad para nosotras", ya que está comprobado que hay un alto costo monetario mensual por persona. Pero sostuvo que la situación se agrava cuando se analiza el impacto en las familias, ya que puede haber entre dos o más personas menstruantes en ellas. 

"¿Qué pasa si en las familias se tiene a cinco personas menstruantes y además están en situación de vulnerabilidad", se preguntó Gareca. Ante ese contexto, aseguró que lo único cierto es que se agranda la brecha social. Esto puede generar que durante los días de menstruación las personas no puedan salir a trabajar o estudiar, por la falta de productos de gestión menstrual. 

A ello, sumó la falta de información, que puede afectar considerablemente la salud, pues "muchas veces obviamos enfermedades que desconocemos". Un ejemplo es la endometriosis, que ocurre cuando las células del revestimiento de la matriz (útero) crecen en otras zonas del cuerpo. "Antes no se hablaba (de la menstruación) y hoy se está conociendo gracias a la militancia" de organizaciones en todo el país, sotuvo. 

Un tema tabú 

En esa línea, una de las directoras del Observatorio de Violencia de contra las Mujeres (OVcM), Ana Pérez Declercq, expresó a Salta/12 que es importante que se aborde el tema desde la educación, ya que tiene que ver con la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). Aseguró que es necesario "poder desmitificar lo que son los estereotipos de género" porque "parte de la problemática de la gestión menstrual tiene que ver con los mitos". 

A modo de ejemplo, indicó que se suele instalar que todas las mujeres tiene un "humor especial" durante los días que están menstruando o se da la "desventaja de que no puede realizar ciertas actividades por no poder acceder a los productos de higiene menstrual". "Todo eso impacta en el ámbito educativo", agregó. 

El proyecto de Gareca pretende evidenciar que la menstruación aún es un tema tabú en muchas culturas, lo que "implica silencio, ocultamiento y desnaturalización". Esto lleva a la desinformación e invisibilización de la menstruación como un proceso natural en un sector de la población. 

Es por eso que también se puso el eje en la salud, ya que Pérez Declercq dijo que es necesario que también se generen espacios para los varones trans y personas no binarias, para que "puedan acceder a ginecología con equipos integrales en diversidad". "Es una deuda que hoy salió en el conversatorio", precisó. 

Por su parte, la subsecretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad de Salta, Inés Bocanera, destacó que se hable sobre gestión menstrual, y consideró que tiene que ser desde una perspectiva integral. En ese sentido, afirmó que si se habla de educación menstrual es necesario pensar en la incorporación de temas sobre gestión y salud menstrual en la currícula escolar. 

"Esto va a hacer que nos eduquemos de otra manera y reconozcamos (a la menstruación) como un proceso natural", expresó. Entendió que la falta de claridad en la información es un factor que contribuye a los embarazos no intencionales, porque, por ejemplo, se suele decir que durante la menstruación no existe probabilidad de embarazo, cuando sí la hay. 

También hizo referencia a la salud menstrual y la falta de conocimiento de distintos productos de gestión menstrual alternativos. Sostuvo que hay productos que "pueden tener químicos que dañan nuestro cuerpo", y de los que "recién estamos conociendo los efectos que pueden tener en nuestra salud". Es recurrente que se den casos donde se retiran del mercado determinados productos por exceso de determinados químicos. 

En ese sentido, es poco sabido que el Ministerio de Salud de Nación, a través de la resolución 550/22, actualizó otra resolución de 1990 que establecía la "regulación técnica para control de productos higiénicos descartables de uso externo e intravaginal". Allí se oficializó el marco normativo al que se deberán adecuar los productores e importadores de la copa menstrual, un elemento de gestión menstrual que es ecológico, económico y más higiénico para las mujeres. 

La cuestión de fondo 

Durante el conversatorio se señaló que las acciones vinculadas a políticas públicas sobre gestión menstrual son recientes y escasas. Para la directora del OVcM, tiene que ver con una cuestión de fondo, que responde al orden patriarcal, que "hace que se investiguen más unos temas que otros", pues "la salud de las mujeres, en términos científicos, no es tan relevante como otros temas". 

Aseguró que esa deficiencia provoca la falta de educación sobre el tema, enfermedades evitables y productos que deben ser considerados como de primera necesidad. "Todo está conectado". En ese sentido, dijo que la ausencia de tratamiento del tema es causa de la desigualdad y la desventaja en que se encuentran las mujeres y personas menstruantes respecto a los varones. 

La funcionaria ratificó que hay datos concretos que demuestran que existe un fuerte impacto en la economía, sobre todo, cuando hay mayoría de mujeres en trabajos informales. La preocupación es mayor si se tiene en cuenta que el 40,6 % de los hogares argentinos son pobres, entre los que se encuentra el 10,5% de hogares en situación de indigencia, según precisó el último informe del INDEC de 2020. 

Esta situación toca de singular manera a las mujeres, dado que son ellas las que están a la cabeza de la gran mayoría de los hogares en los barrios populares, de acuerdo a los datos del Indicador Familiar de Acceso a la Alimentación (IFAL). En un relevamiento que realizaron entre junio y septiembre de 2020 a más de 20 mil hogares de barrios populares de Argentina, surgió que quienes contestaron fueron un 91,9% mujeres, un 9,9% hombres y 0,2 % disidencias. 

A eso se agrega que las mujeres realizan el 76% de las tareas domésticas y de cuidados, por lo que tienen menos tiempo para trabajar fuera de sus casas. "Esto significa trabajos más precarios e ingresos menores", señaló el informe de MuMaLá. 

Precisamente, la integrante del equipo técnico de la Subsecretaría de la Mujer de la Municipalidad de Salta, la abogada Gloria Cruz, dijo que si la gestión menstrual continúa invisibilizada "no podremos vislumbrar la importancia y la incidencia que tiene en las mujeres y personas menstruantes". Por ello, reiteró el aspecto social, económico, de salud y ecológico con el que debe tratarse el tema. 

En esa línea, se refirió al trabajo que vienen desarrollando en el acompañamiento a mujeres que sufren situaciones de violencia y relató que "las mujeres se encuentran totalmente postergadas en lo que hace a sus cuidados personales, generalmente en post de velar por la crianzas de sus hijos e hijas". En su mayoría se trata de hogares monoparentales, por lo que afirmó que existe una afección fuerte en el aspecto económico, además de la salud. 

Cruz informó que en la ciudad de Salta, 8 de cada 10 personas que están dentro del trabajo informal, que suelen ser feriantes, son mujeres. 

De aprobarse la iniciativa, las personas beneficiarias serían estudiantes menstruantes que soliciten los productos en los establecimientos educativos; en hospitales o centros de salud; aquellas personas que se encuentren privadas de la libertad o cumpliendo condena por proceso penal del sistema penitenciario; y personas de las comunidades indígenas que residen en la provincia de Salta.