Ocho hospitales de la Ciudad de Buenos Aires comenzaron a aplicar un proyecto de investigación lanzado por la OMS, que promueve reducir las cesáreas innecesarias. Para ello, se evaluarán las intervenciones a través de diversas herramientas: se auditarán las cirugías, se brindará información a las personas gestantes y se designarán líderes de opinión entre los profesionales de la salud. De funcionar con éxito, la experiencia podría ser replicada en instituciones sanitarias del resto del país.

A pesar de que las mujeres prefieren el parto vaginal a la cesárea y, aunque hay evidencia de que genera menos complicaciones, en Argentina, la incidencia de cesáreas en hospitales públicos se halla cerca del 35 por ciento (en el sector privado se estima del orden del 50 por ciento). Dicha cifra supera con creces el 15 por ciento que recomienda la Organización Mundial de la Salud. La tasa nacional promedio, entre 2010 y 2017, se incrementó un 23 por ciento y se reporta una fuerte aceleración en su aumento. De hecho, los especialistas refieren que se podrían evitar 200 mil intervenciones de este tipo cada año.

Guillermo Carroli, titular del Centro Rosarino de Estudios Perinatales (CREP) y referente del estudio, describió los detalles del modus operandi a Télam: "Después de dos años de implementación de las herramientas y de ir cada tres meses a auditar el proceso, hacemos una evaluación y vemos si esas intervenciones impactaron en las tasas de cesáreas, en la satisfacción de personas gestantes y cómo impacta en el aspecto económico”. Y después completó: “Luego dejamos su implementación libremente, sin supervisión, durante otro año más".

Los hospitales porteños en los que ya se lleva adelante el proyecto son Argerich, Maternidad Sardá, Fernández, Álvarez, Santojanni, Ramos Mejía, Piñeiro y Vélez Sarsfield. La iniciativa fue denominada “Uso adecuado de la cesárea mediante la toma de decisiones de calidad por parte de mujeres y profesionales de la salud” (QUALIDEC, por sus siglas en inglés), y ya es aplicada en clínicas de otras naciones como Tailandia, Vietnam y Burkina Faso. Es cofinanciada por el programa Horizonte de la Comisión Europea y por la OMS, a través de un programa ejecutado por el Departamento de Investigación y Salud Sexual y Reproductiva.

Cuadernillos y auditorías

Qualidec se presenta como una estrategia que apunta a reducir las cesáreas innecesarias a partir de dotar de herramientas al conjunto de los actores que forman parte del proceso de parto. Consiste en brindar información basada en evidencia para que las personas gestantes puedan elegir libremente, así como también, informar a los acompañantes. En concreto, reciben un cuadernillo en que se detalla con lenguaje claro y sencillo cuáles son las ventajas y desventajas del parto por cesárea y el vaginal. También se describen las funciones del acompañante, y del vínculo con los profesionales de la salud que participarán del acto.

El mandato: que las instituciones de la salud no avalen prácticas injustificadas médicamente y que, en paralelo, se pueda desarrollar, cada vez con mayor predominancia, los partos más adecuados que cada persona requiera, mediante intervenciones seguras y efectivas. Que, como explicó Carroli, las mujeres --sobre todo las que se encuentran en un estado de mayor vulnerabilidad--, puedan decidir la forma de nacimiento que tendrá su hijo o hija.

La segunda acción que prevé el proyecto se relaciona con la auditoría de las cesáreas. Se realizarán este tipo de intervenciones en grupos de bajo riesgo (que son las que más contribuyen a las cesáreas innecesarias) y podrán participar todos los profesionales de la salud que así lo deseen, bajo la premisa de que los roles que deben desempeñar los galenos “no deben ser estáticos”, por lo que tienen que adaptarse a los contextos que cada situación y escenario plantea. Ninguna institución sanitaria –en la medida en que está conformada por personas– es igual a otra. Por este motivo, cada experiencia tiene su especificidad y riqueza.

Como refiere la Organización Panamericana de la Salud en su sitio oficial: “La cesárea, a menudo, se realiza sin necesidad médica, poniendo a las mujeres y a sus bebés en riesgo de problemas de salud a corto y a largo plazo”. Una vez que el mecanismo de auditoría esté establecido, el objetivo es que pueda funcionar como “un espacio de reflexión crítica y retroalimentación”. El propósito es claro: reducir aquellas intervenciones quirúrgicas siempre que puedan evitarse.

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