Son una postal ineludible a la vista en las rutas de la pampa húmeda. Comenzaron a verse en los campos hace dos décadas, y aunque hacia finales del último gobierno de Cristina Kirchner ya eran muy utilizadas, en los últimos años su uso se masificó. Ahora, en medio del tire y afloje entre el gobierno y los productores agropecuarios, las silobolsas se volvieron protagonistas de una historia que parece repetirse: la especulación de un sector de los exportadores por la liquidación de la cosecha. 

Si bien el invento de las silobolsas data de la década de 1970 en los Estados Unidos, en la Argentina a partir de la década de 1990 le dieron un uso distinto con una tecnología aplicada al almacenamietno de granos desarrollada por el ingeniero agrónomo Cristiano Casini junto con el INTA. El objetivo original era preservar y conservar forrajes para la alimentación animal, pero se volvieron un producto clave para los productores a la hora de almacenar y acopiar la cosecha, en una época con escasez de silos. 

Pero además, una serie de inundaciones que amenazaron con demorar la cosecha hacia finales de la década de 1990 también influyeron en el nuevo uso de las silobolsas: el empresario agropecuario Gustavo Grobocopatel, dueño de Los Grobo, uno de los mayores grupos de siembra de la Argentina, recuerda que muchos camiones no podían ingresar a cargar la producción. "Muchos empezaron a usarlo para guardar los granos. Después, las fábricas las adaptaron para que se pueda usar para conservar la cosecha", dice a Página/12.

En concreto, la silobolsa es un sistema que permite almacenar granos secos de maíz, soja, trigo y girasol en el propio establecimiento productor, a bajo costo y con condiciones de calidad óptimas. Está construida por tres capas de diferentes materiales que buscan separar lo máximo posible las cosechas del ambiente, así como evitar el impacto de la luz, la humedad y las plagas. Por esos atributos, se convirtió en una herramienta central para los productores, sobre todo en tiempos en que aguardan mejores condiciones del mercado financiero para liquidar las exportaciones. 

Cuántas toneladas hay en silobolsas

De hecho, de acuerdo con los datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), hasta la semana pasada había entre 28 y 29 millones de toneladas almacenadas en silobolsas. El presidente de CIARA, Gustavo Idígoras, precisó que eso representaba alrededor de 14 mil millones de dólares. 

Con las medidas que adoptó este martes el Banco Central que creó un régimen especial, el Gobierno apuesta a incentivar a los productores para que liquiden y así obtener recursos que ayuden a navegar la compleja situación económica que atraviesa la Argentina.

Grobocopatel precisa que la reformulación de las silobolsas tal como se las conocía hasta entonces “fue una innovación muy reconocida". "Somos líderes en Argentina.", dice. 

"Esto permitió aumentar la producción agrícola sin la necesidad de inversiones importantes en silos. Benefició mucho al transporte. Antes se comercializaba en cosecha y había que sacar toda la mercadería", agrega, y define: "Ahora se hizo muy parejo el flujo de granos, eso benefició a los puertos, fue una innovación que trajo una cantidad de beneficios organizacionales, logísticos”.

El "creador" de las silobolsas: "Es una caja de ahorro en el propio campo" 

Tal como se las conoce en el presente, las silobolsas son una innovación del ingeniero agrónomo Cristiano Casini, que junto al INTA adaptó el sistema de guardado a un sistema de almacenamiento de granos. 

En diálogo con Página/12 desde Córdoba, donde hace menos de un año se retiró, cuenta que la investigación para la adaptación de las bolsas plásticas surgió en 1994. "Trabajábamos sobre la conservación de semillas en ambientes herméticos, hicimos ensayos experimentales y vimos que la conservación con trigo no perdía la germinación", recuerda. Luego siguieron las pruebas en otros granos: "Comprobamos que el sistema andaba bien engrandes escalas".

"Para 1999, 2000 hubo un gran problema económico: el productor agropecuario no tenía dónde almacenar, el 90 % de los productores entregaba a acopio, nadie quería entergar y no sabía cómo guardar los granos. Nosotros pusimos a consideración lo que hacíamos con bolsas plásticas. El productor empezó a usarlo, se le sacó cada vez más ventajas. Los productores se dieron cuenta de que podían comercializar mejor, era como una caja de ahorro en su propio campo", dice Casini, que destaca que no se requería transporte para enviar a silos. "Lo podían almacenar en el campo", señala.

Crítico del gobierno, Casini pide no ser "enemigo del campo" y asegura que se debe transformar la exportación de granos en productos elaborados. "La especulación existe, es legal. ¿Quiere que vendan ahora y en dos meses con la inflación pierdan la mitad de la plata? Es una aberración querer obligar a vender con esta inflación terrible, van a vender cuando les conviene. La silobolsa es una defensa del productor agropecuario", asegura. 

En la actualidad, hay entre cinco y seis empresas argentinas que producen silobolsas. Grobocopatel estima que el costo de cada una ronda los 1.000 dólares. Casini, por su parte, precisa que cada bolsa puede acopiar entre 200 y 300 toneladas. "En el país debe haber 40, 50 por ciento de productores con silobolsas, algunos para almacenar a largo plazo, otros para almacenar granos más húmero para 60 o 90 días", indica Casini.

Silobolsas, crisis de 2001, macrismo y especulación

Su uso se incrementó desde 2,5 millones de toneladas en el 2000, a 14 millones en el 2003; 27 millones en el 2006 y casi 40 millones en el 2009. Ya para 2013, Argentina se posicionaba como líder mundial en el uso de este sistema, almacenando aproximadamente 50 millones de toneladas de granos en bolsas plásticas. 

Para 2015, en pleno año electoral, volvieron a jugar un rol central en la especulación de un sector que militó por Mauricio Macri, quien en campaña les prometió la eliminación de las retenciones, dólar libre y fin del cepo, tres medidas que años más tarde volvería a imponer en medio de una crisis aguda y tras agotar el préstamo del FMI. 

Sin ir más lejos, cuando Macri asumió como Presidente había alrededor de 13 mil millones de dólares en silobolsas, a la espera de que el gobierno devalúe - lo que finalmente ocurrió en diciembre mismo - y abrió el grifo a que los productores comiencen a liquidar la cosecha de soja con un dólar que les aseguró ganancias aún más amplias.

Para Grobocopatel, “con los problemas financieros el productor asumió la silobolsa como una herramienta para guardar granos y transformarlos en una reserva de valor para financiar su actividad". Sin embargo, asegura que su empresa no recurre tanto a esa forma de almacenamiento: "Mi estrategia es cubrir el precio de la soja a lo largo del año, y cuando llega la cosecha ya está vendida, no almaceno mucho".

¿Ataque a silobolsas?

Suele ocurrir que en momentos donde las palabras especulación, cosecha, silobolsas comienzan a circular con cada vez una mayor frecuencia, también empiezan a leerse denuncias de productores agropecuarios que acusan a militantes del oficialismo de atacar los campos y romper estos grandes tubos de almacenamiento.

Quien se refirió al tema hace exactamente dos años, cuando este mismo tema estaba en pleno debate mediático, fue la vicepresidenta Cristina Kirchner. Lo hizo a través de Twitter. "Me encanta el humor, y cuando es inteligente... más", dijo la expresidenta y compartió un tweet en el que un usuario hizo un chiste con respecto a los ataques a las silobolsas que desde distintos medios trataron de atribuir al Gobierno.

El tweet que compartió la vicepresidenta tiene la imagen de una mulita, con los ojos tapados con una banda negra acompañada de un escrito que dice: "La primera mulita arrepentida se confiesa: 'Cristina me dijo que rompiera los silobolsas o me hacía escabeche'". El chiste surge ya que la semana anterior se había hecho viral un video donde tres trabajadores del campo cortaban silobolsas para sacar estos animales de su interior.

Dólar agro

En este contexto, el Gobierno lanzó una serie de incentivos para que los productores de soja liquiden sus cosechas. Como parte del plan presentaron un régimen que prevé que el 70 por ciento de lo que se venda podrá ser aplicado a un depósito a la vista en pesos ajustado por la evolución del dólar y el 30 por ciento restante podrá utilizarse para la compra de dólares con una cotización equivalente al tipo de cambio oficial más el impuesto País y el adelanto de ganancias.

"El problema que nos habían planteado por el cual no se realizaban las liquidaciones de soja era que no había un instrumento que preservara el valor como lo preservaba el activo del poroto de soja (almacenado en silobolsas). Ahora estamos ofreciendo este instrumento que creemos que es conveniente", señaló el presidente del Banco Central Miguel Pesce por AM750 sobre el dólar campo.

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