El desembarco oficial de Sergio Massa en el nuevo Ministerio de Economía tuvo, durante el viernes, un segundo capítulo menos ruidoso pero no por eso menos ajetreado. Con la coalición gobernante focalizada en dar señales de que se abre una nueva etapa para el Frente de Todos, tanto el Presidente como la vicepresidenta y el flamante ministro mantuvieron una intensa agenda de trabajo que comenzó, en Olivos, con la reunión entre Alberto Fernández y Massa para definir cuáles serán las medidas a anunciar el próximo miércoles. "No soy ningún salvador", se apuró a matizar el líder del Frente Renovador, atento al operativo clamor que gobernadores y dirigentes peronistas impulsaron en torno a su llegada al Ejecutivo. Mientras tanto, la reestructuración general de gabinete nacional siguió su curso, con nuevas designaciones --como la llegada del albertista Juan Manuel Olmos a la Jefatura de Gabinete-- y anticipos de futuras fusiones ministeriales. 

"He convocado a Sergio Massa para que se incorpore al equipo de gobierno. Su visión, capacidad y experiencia nos permitirá seguir trabajando y mejorando la hoja de ruta que nos propusimos para llevar a la Argentina al lugar que queremos", anunció el Presidente a través de sus redes, luego de reunirse con Massa en Olivos y luego también de ese jueves frenético en el que las tres patas de la coalición oficialista terminaron de sellar el acuerdo por el relanzamiento del gabinete nacional. "Conozco a Sergio desde hace muchos años. Hemos trabajado juntos pensando en una Argentina desarrollada, moderna y con inclusión social. Conociéndolo, sé que en este momento pondrá su esfuerzo y trabajo para alcanzar las soluciones que la economía argentina demanda", aseguró, con un tono que pretendía rebatir la lectura derrotista respecto de la forma que había cedido el control de los principales resortes de la administración a Massa. 

"Puede que haya tenido que resignar cosas, pero lo único que puede importarle a Alberto ahora son los resultados. Porque esto se acomoda ahora o no se acomoda", analizó un funcionario cercano al Presidente.

La reunión entre Fernández y Massa en Olivos comenzó al mediodía, duró poco más de una hora y versó principalmente sobre los anuncios económicos con los cuales el tigrense planea inaugurar su nueva gestión. Bajo un estricto hermetismo, el Presidente y el flamante ministro conversaron sobre las medidas y también sobre quiénes formarían parte del nuevo equipo económico. La prioridad será cubrir las vacantes que quedaron en las áreas de Agricultura y Desarrollo Productivo, cuyos titulares renunciaron luego de que sus carteras quedaran bajo el control de Massa. Se especula  que los cargos podrían ser cubiertos por Gabriel Delgado y José "Vasco" De Mendiguren. "Les pido que me dejen trabajar el fin de semana", les advirtió Massa a los periodistas mientras abandonaba la Quinta de Olivos.

"No soy ningún salvador. La política no necesita salvadores, sino servidores. Y no lo soy porque los problemas económicos de Argentina no se resuelven con una persona. Se resuelven con trabajo en equipo", sostuvo, mientras tanto, a través de sus redes sociales. El mensaje de Massa --el primero desde su desginación oficial en el cargo que siempre deseó-- se inscribía en el intenso operativo clamor que fue agitado por diversos referentes del FdT y que llevaron, incluso, a que Alberto Fernández tuviera que apurar los cambios que ya venía planeando con CFK hace 10 días. "Voy a trabajar con alma y vida, sin prejuicios, y dispuesto a hablar con todos los sectores políticos, económicos y sociales de la Argentina para contribuir al orden, la certidumbre y el crecimiento", agregó Massa.

Después de aquel encuentro cumbre, el todavía presidente de la Cámara de Diputados --falta que el cuerpo le acepte la renuncia-- se instaló en la oficinas que el Frente Renovador tiene sobre la calle Libertador, en donde se reunió con mucho de sus alfiles económicos, como De Mendiguren y el subdirector del Fondo de Garantía y Sustentabilidad de la Anses, Lisandro Cleri. Cerca de las 17, el tigrense se dirigió al Palacio de Hacienda y se reunió con el ministro de Desarrollo Productivo saliente, Daniel Scioli. "Estamos trabajando en la transición", explicó Massa en el breve mensaje que dio durante la conferencia de prensa, de la que se despidió al minuto de haber comenzado.

Más cambios en el Gabinete

Alberto Fernández, mientras tanto, continuó con una agenda de reuniones en Casa Rosada que llevaron a nuevos cambios en el gabinete. El principal fue la designación del jefe de asesores, Juan Manuel Olmos, como vicejefe de Gabinete. Esta movida de Olmos, un hombre de extrema confianza del Presidente, a la cartera que dirige Juan Manzur, tiene como objetivo "dinamizar" un área que, tanto Alberto como CFK, coincidían en que había que ajustar. Se esperan, sin embargo, otros cambios. "El objetivo es avanzar en una reestructuración general más allá de Sergio. Hay que darle una nueva dinámica, achicando, compactando y ordenando el gabinete", explicó un ministro nacional a este diario, adelantando una nueva lógica de gestión de gobierno que apuntará a fusionar carteras en pos de que el control de las políticas quede en menos manos. Transporte, por ejemplo, quedaría bajo el control de Obras Públicas --que dirige Gabriel Katopodis-- y se espera también que haya otras fusiones con las carteras de Turismo, Educación, Cultura.

CFK en el Senado

Cristina Fernández pasó casi todo el día en el Senado. La ideóloga detrás de la reestructuración masiva del gabinete siguió con su agenda habitual en su despacho del primer piso, interrumpida solo por la visita de la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez. "La tarea por delante: integración regional y construcción de la paz y la igualdad. Una agenda común del género", destacó la ex presidenta a través de sus redes sociales, en la única comunicación pública que hizo durante el día. Unas horas después, Francia Márquez se reunió también con diversos legisladores kirchneristas en el Instituto Patria y, luego, con el mismo Alberto Fernández en Casa Rosada.

Cubierto el plato fuerte del recambio ministerial --es decir, la designación de Massa como "superministro"--, el próximo paso de la coalición gobernante será avanzar con las juras de los nuevos ministros la semana que viene. Existe cierta expectativa de que CFK pueda participar de la de Massa, algo que varios dirigentes consideran que funcionaría como último aval de la vicepresidenta al nuevo armado. "Nosotros lo que tenemos que expresar es la unidad del FdT frente a esta nueva etapa. Y eso se va a terminar de expresar con un gesto de Cristina", argumentaron desde Casa Rosada.