Uno de cada tres brasileños dice que la cantidad de alimentos en el hogar en los últimos meses no ha sido suficiente para alimentar a la familia, según una encuesta del instituto Datafolha divulgada este martes por Folha de São Paulo.

Según el estudio, el porcentaje de la población brasileña que no tienen suficiente comida en casa pasó del 26% en mayo al 33% en julio. Otro 12% dijo que era más que suficiente, el mismo porcentaje en ambas encuestas. Para el 55% la comida fue suficiente, frente al 62% de mayo.

El porcentaje de quienes no tienen suficientes alimentos es mayor entre las mujeres (37%), familias con ingresos de hasta dos salarios mínimos (46%), quienes se declaran negros (40%) y en los estados del nordeste del país, los más pobres ( 42%). 

Entre los que votan por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones de octubre, el 45% no tiene comida suficiente en casa, porcentaje que baja al 32% para los votantes de Ciro Gomes y al 12% para los votantes del actual mandatario, Jair Bolsonaro.

La encuesta también muestra que el 17% de los encuestados pertenecen a familias que, en los últimos meses, han vendido algún bien u objeto de valor para comprar alimentos y artículos básicos de supermercado. El índice va al 24% entre los más pobres, al 27% para las familias que reciben Auxílio Brasil (programa gubernamental de bienestar social) y al 32% entre los desocupados.

A pesar de ser uno de los mayores productores de alimentos del mundo, Brasil acaba de volver al "Mapa de Hambre" de la Organización de Naciones Unidas después de ocho años de no estar en esa lista. 

"La escalada del hambre en Brasil se expresa en platos cada vez más vacíos, ojos cada vez más preocupados y números en permanente y vertiginoso ascenso", advirtió la Red Brasileña de Pesquisa en Soberanía y Seguridad Alimentaria en el informe publicado a fines de julio.

"El país ha retrocedido a un nivel equivalente al que registraba la década de 1990", señaló la entidad, que integran investigadores, profesores, estudiantes y técnicos de Ação da Cidadania, ActionAid Brasil, la Fundación Friedrich Ebert Brasil, Ibirapitanga y Oxfam Brasil. 

La encuesta anterior, realizada en 2020, mostró que el hambre en Brasil había vuelto a niveles similares a los de 2004 como consecuencia "del desmantelamiento de las políticas públicas, el empeoramiento del escenario económico, el recrudecimiento de las desigualdades sociales y el segundo año de pandemia", señaló el informe.