El inicio de la cuarta temporada de La forense (los jueves a las 22.50 hs por Universal TV) enseña a la mujer del título lejos de la morgue. ¿Los motivos? Jenny Cooper ya no quiere estar rodeada de muerte. “Siempre estuvo en ese lugar, nunca supo que pasó bien con la muerte de su hermana, su esposo y su novio. Así que está preguntándose qué es lo que pasa”, le dice a Página/12 Serinda Swan, responsable interpretar a la atribulada médica. Para dar con el personaje, la canadiense presenció una autopsia de comienzo a fin. “Fue increíble. Una coreografía científica. Hay un cuerpo humano y un ser. Los forenses lo tiene bien claro y por eso quitan lo emocional de la mesa. Lo que más aprendí es que hay que focalizarse en lo primero. El cuerpo tiene que dar respuestas sobre cómo llegó allí. Así se honra la vida”, asegura la actriz.

Así están las cosas en este drama íntimo de una médica mezclado con el policial de procedimiento y la postal de Toronto. La pata detectivesca en La forense reposa en un detective de la vieja guardia, Donovan Mc Avoy (Roger Cross). Más allá del respiro, la profesional va a seguir involucrada -quiera o no- a que los óbitos hablen. Según Swan, el éxito de la ficción, al igual que otras entregas como Bones o la francesa Balthasar, responde a dos claves. “Por un lado es un drama criminal ¿A quién no le gusta eso? Y además todos estamos intrigados por la muerte. Hay una conexión intrínseca entre lo físico y lo emocional, todos atravesamos la vida y vamos a hacerlo con la muerte, y este programa te da un vistazo a ese trance”, opina Swan.