Un día como hoy, 9 de agosto, pero de 1986, Queen tocó por última vez con Freddie Mercury como vocalista en el memorable concierto que se realizó en Knebwoth Park, en Inglaterra, antes de que fuera diagnosticado con VIH positivo. La presentación se realizó en el marco de la gira europea "Magic Tour", que promocionaba el álbum de estudio que se había estrenado ese mismo año, "A Kind of Magic".

A pesar de tratarse de uno de los parques más grandes de ese país, la convocatoria marcó un hito por haber superado ampliamente la capacidad de espectadores: se estima que asistieron más de 120.000 personas. Los registros mediáticos de la época indican que los caminos estaban tan atascados de gente que los integrantes del grupo musical tuvieron que transportarse en helicóptero.

El recital, pensado como el broche de oro de la mítica gira, tuvo una duración de más de dos horas. Fue la última vez que la banda tocó con la formación original: Freddie Mercury en la voz, guitarra y piano, Roger Taylor en la batería y coros, John Deacon en el bajo y Brian May en la guitarra principal.

La última vez que Freddie Mercury subió a un escenario

Un año después del gran cierre del "Magic Tour", el fundador y líder vocal de Queen se realizó exámenes médicos, preocupado por las muertes de algunos seres queridos en el último tiempo debido al Sida. Los resultados de sus estudios arrojaron que tenía el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), pero en primera instancia, el cantante decidió ocultar aquel diagnóstico de sus amigos, miembros de la banda, y por supuesto, sus fanáticos.

Así todo, los problemas de salud se hicieron notar con el paso de los días, y la exnovia y mejor amiga del artista, Mary Austin, se convirtió en la primera persona en enterarse de su condición. Poco después fue el momento de revelar la terrible verdad a sus compañeros de banda. La reacción general fue de asombro y tristeza, por lo cual, para alentarlo a seguir luchando por su vida, cumplieron con su deseo de seguir componiendo música hasta que dejara de respirar. En tanto, en lugar de más conciertos con estadios llenos, se dedicaron a grabar y lanzar más discos: "The Miracle" (1989) e "Innuendo" (1991).

El alejamiento del artista de los escenarios acrecentó los rumores y la angustia en sus admiradores. Y es que sumada a la ausencia del músico, los medios de comunicación no dejaron de apuntar contra su vida privada y su orientación sexual homosexual.

No obstante, el 23 de noviembre de 1991, tras un notable deterioro de salud física, Mercury, de entonces 45 años, rompió el silencio y se sinceró públicamente con sus admiradores. A través de un comunicado, contó sobre su enfermedad y el motivo por el cual había decidido mantener en privado su padecimiento. Un día después de su mensaje, falleció por causa de una neumonía bronquial. Cuatro años más tarde, la banda lanzó "Made in Heaven" (1995).

Brian May, guitarrista del grupo británico, criticó en varias oportunidades que el fundador de Queen podría haber evitado el padecimiento y el avance de su enfermedad si hubiera recibido una atención médica y medicación adecuada meses antes de morir.