El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que encabeza las encuestas para las elecciones del 2 de octubre, aseguró este martes, durante un encuentro con la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp), que de resultar elegido presidente los empresarios tendrán "credibilidad, estabilidad y previsibilidad" y volverán a ganar dinero en el país.

"¿Sabes lo que voy a garantizar? El mercado. Si lo que quieres es invertir en Brasil para ganar dinero, eso estará garantizado (...) Repetiré tres palabras que forman parte de mi diccionario: credibilidad, estabilidad y previsibilidad. Cualquier gobernante que quiera gobernar Brasil, Chile, Bolivia, Estados Unidos o China, si no tiene estas tres palabras impregnadas en su comportamiento, su gobierno no funcionará", afirmó Lula en declaraciones consignadas por el portal Brasil 247.

El candidato del Partido de los Trabajadores (PT) señaló que será necesario retomar la revalorización real del salario mínimo para que los trabajadores puedan volver a consumir y hacer crecer la economía. Para ello, además de la inflación, el ajuste del salario mínimo debe comprender la división del crecimiento del PIB. "La ventaja de que el PIB crezca es distribuirlo. No tiene sentido que el PIB crezca, como crecía en la década de 1970, un 14% al año, y que únicamente se lo queden media docena de personas. Es bueno que el PIB crezca cuando lo distribuimos y todo el mundo puede participar".

Asimismo, enfatizó que su administración no necesitará una norma presupuestaria de fiscalización, el llamado "tope de gasto", para controlar el déficit fiscal y la deuda pública.

"Tomamos este país con 30.000 millones de dólares de deuda, pagamos y seguimos prestando 15.000 millones de dólares al FMI, este país no tenía la costumbre de tener reservas y lo dejamos con 370.000 millones de dólares de reservas, y por eso nunca quebró. Lo dejamos con un crecimiento razonable. Soy muy responsable. Si no fuera consciente de lo que quiero hacer en estos próximos cuatro años, lo mejor que haría Lulinha sería quedarse en casa y cuidar su vida. Regreso porque sé que la situación del país es peor y que este problema lo vamos a resolver", dijo a los empresarios.

Lula también afirmó que su plan de gobierno incluye una reindustrialización del país, unida a la innovación. "Tenemos que hablar de nuevos nichos industriales para poder invertir. ¿En qué vamos a competir? Muchas veces hablamos de las materias primas, sobre todo en la agroindustria, como si fuera algo menor, sin tener en cuenta la cantidad de ingeniería, de inversión en tecnología que hay hoy en la soja, sin tener en cuenta las inversiones en genética en la cría de nuestro ganado. Un pollo que antes tardaba 90 días en matarse, hoy se mata en 35 días. Un buey que antes tardaba 48 meses en matarse, hoy se mata con 18".

No habrá sorpresas

En medio de duras críticas al actual mandatario, Jair Bolsonaro, Lula argumentó que hoy la situación de Brasil imposibilita el desarrollo de negocios tanto locales como extranjeros. "Ustedes, empresarios, serán respetados nuevamente, serán tratados con la defensa que debe tratarse en las relaciones internacionales. Nada se hará por sorpresa, no habrá una política de sorpresas", dijo Lula.

Además, prometió que condicionará la inversión extranjera a incentivos sostenibles. "Definitivamente, Europa volverá a entender, si quiere hacer inversiones en Brasil, (tenemos que) estar dispuestos a enfrentarnos a cualquier terrateniente, a cualquier ganadero, a cualquier cañero que quiera invadir zonas que no pueden ser invadidas. Brasil necesita recuperar la credibilidad en el exterior".

Lula estimó que el momento geopolítico actual, con una guerra entre Rusia y Ucrania, y la tensión en la relación entre Estados Unidos y China, forman un escenario ideal para que Brasil "se presente al mundo". "Es el momento de que Brasil se presente al mundo con la grandeza que tiene, que se presente a Estados Unidos, a China, a Europa. Incluso Europa nos necesita más que nosotros a Europa. Pero se necesita gente seria para hablar".

Dijo que Bolsonaro crea un "clima de inestabilidad" y "convulsión diplomática en el mundo" y aprovechó para citar a su candidato a vicepresidente, Geraldo Alckmin, bien considerado por los empresarios. "Esto será un filet mignon (un manjar) para nosotros, Alckmin. Cuando lleguemos los dos, este Brasil volverá a crecer, volverá a ser representativo y ustedes, empresarios, volverán a ser respetados", enfatizó.