Desde Nueva York 

Donald Trump se ha estado reuniendo con todo tipo de personas mientras permanece semioculto en Trump Tower, tratando de armar una nueva administración. La semana pasada encontró tiempo para ver a tres hombres de negocios de la India con quienes está involucrado en un gran proyecto de desarrollo. Posaron para las fotos que fueron subidas a Twitter, en las cuales aparecen sonriendo. 
Los empresarios dijeron a los medios de comunicación indios que su conversación con Trump y sus hijos incluía el deseo de expandir sus negocios en la India. La revelación ha despertado preocupación en Estados Unidos sobre si Trump promulgará algún armado legal para asegurar que sus negocios no sean beneficiados en forma ilegítima por su presidencia, o sólo creará algo aparente para fingir que no hay interferencias entre lo oficial y lo privado.
Trump se reunió con tres ejecutivos indios: Sagar Chordia, Atul Chordia y Kalpesh Mehta. Los tres están involucrados en el desarrollo de un complejo de departamentos de lujo de marca Trump en la ciudad de Pune, al sur de Mumbai. Trump está actualmente involucrado en cinco proyectos de lujo en la India, incluyendo un Trump Tower, un bloque de 46 apartamentos con Panchshil Realty, en Pune, y un proyecto de 300 apartamentos en construcción en Mumbai Lower Parel con el Grupo Lodha.
El New York Times reportó que uno de los empresarios Chordia publicó fotografías en Facebook mostrando que también se reunió con Ivanka Trump y Eric Trump. Los hijos de Trump están involucrados tanto en el funcionamiento de las empresas familiares como en la ayuda al proceso de transición. Sagar Chordia, director de Panchshil Realty, le dijo al Economic Times de India: “Trump estaba alabando al (primer ministro indio Narendra) Modi como siempre, y agregó que está haciendo un gran trabajo”.
Mehta le dijo al periódico: “Donald Trump Jr expresó su satisfacción con el ritmo de los negocios de la organización Trump en la India y mostró interés en ampliarlos aún más. No tuvimos la oportunidad de hablar sobre la devaluación de la moneda con Trump. Pero sus hijos lo sabían y dijeron que era un movimiento increíblemente audaz”.
La visita de los indios promovió pedidos para que Trump establezca un fideicomiso ciego o algún otro mecanismo para protegerse contra sospechas de hechos deshonestos, o de que él o sus negocios estén beneficiándose de su elección. Los observadores señalaron que la hija de Trump, Ivanka, se sentó en la reunión en Trump Tower con el primer ministro japonés, a pesar de que ella es miembro del negocio familiar y no tiene autorización de seguridad (acceso a información clasificada).
El comité editorial del Wall Street Journal, considerado un bastión del pensamiento conservador, dijo la semana pasada: “Una de las razones por las que 60 millones de votantes eligieron a Donald Trump es porque prometió cambiar la cultura de Washington de información privilegiada, y si quiere triunfar va a tener que hacer un sacrificio y dar el ejemplo”.
Agregaba: “Si Trump no paga por sus bienes, será acusado de un motivo pecuniario cada vez que adopte una posición política. La mezcla de dinero y política podría socavar su promesa de ‘drenar el pantano’ en Washington”. Los miembros principales del equipo de transición de Trump han insistido durante el fin de semana en que no habrá ningún conflicto de interés.
El vicepresidente electo, Mike Pence, dijo: “Estoy muy seguro de que el presidente electo y su extraordinaria y talentosa familia van a trabajar con las mejores mentes legales de este país y crear la separación adecuada de su empresa durante sus funciones como presidente de los Estados Unidos”.
El futuro jefe de Gabinete de Trump, Reince Priebus, dijo que el nuevo asesor de la Casa Blanca tendrá la tarea de asegurarse de que no haya conflictos de interés con el imperio inmobiliario del magnate. “Hemos estado trabajando en esto durante unos días”, dijo. Quiero decir, esto es ridículo. Simplemente, respiremos profundamente. 

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12
Traducción:
Celita Doyhambéhère.


“No hay nada por lo que pedir perdón”

Declaraciones cruzadas, llamados a boicot y tuits de Donald Trump cuestionando la exhortación que un grupo de actores de un musical de Broadway le hizo al vicepresidente electo, Mike Pence, pusieron de nuevo en foco las divisiones raciales y el odio que despertaron las últimas elecciones en Estados Unidos. Brandon Victor Dixon, el actor de Hamilton, la obra musical en cartel en el Teatro Richard Rodgers de Nueva York, y el hombre que le pidió el viernes pasado a Pence que su futuro gobierno respete sus derechos y los represente a todos, sostuvo ayer que “no hay nada por lo que pedir perdón”, tras los tuits del presidente electo que les exigió disculpas por “acosar” a su compañero de fórmula. Aprovechando que Pence estaba en el teatro, Dixon, desde el escenario y al concluir la obra, tomó el micrófono y le habló en nombre del elenco y los productores. “Nosotros, señor, somos el Estados Unidos diverso que está alarmado y preocupado por que su nuevo gobierno no nos proteja, no proteja nuestro planeta, a nuestros hijos, a nuestros padres, o no defienda y mantenga nuestros derechos inalienables”, dijo de viva voz. “Realmente esperamos que este espectáculo lo haya inspirado para defender nuestros valores estadounidenses y para trabajar por todos nosotros”, agregó el actor, seguido de entusiasmados aplausos del público. Es que la obra Hamilton es un musical que cuenta la historia del nacimiento de Estados Unidos con énfasis en la multiculturalidad, con actores blancos e hispanos en los papeles de Alexander Hamilton, George Washington y otros padres fundadores de Estados Unidos.