“Creo que esto despenaliza desde lo moral la mirada moralizante que se construye desde la religión que son el soporte de los fundamentalistas religiosos”, dijo María Teresa Bosio, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), en diálogo con PáginaI12. “Nosotras ya veníamos viendo cómo el Papa iba sorprendiéndonos. Acá aparece el concepto de misericordia y de consuelo y nos sorprende mucho más, sobre todo cuando el Estado criminaliza a las mujeres que pasan por esta situación, como en el caso de Belén (la joven que sufrió un aborto espontáneo y estuvo presa en Tucumán), o ante situaciones de aborto no punible y a quienes les fue negado ese derecho”. 
La presidenta de CDD resaltó que “es importante la posición del Papa porque pone en jaque la mirada del Estado que es más criminalizadora”, y argumentó que “jóvenes y niñas que pasaron por situaciones de abuso, en las cuales se decide la interrupción legal, se encuentran con un Estado que es más rígido y que no tiene misericordia, esa actitud del Papa que recomienda no juzgar y asistir desde el amor, desde la escucha”. Para Bosio, lo que hace Francisco “con esta posición es decirnos que no tenemos que juzgar, que Dios es misericordioso, que escucha, y pone el ejemplo de la adúltera, a quien Jesús no juzga y la perdona”, y señaló que “esto es algo bastante difícil de ver en los hospitales públicos o en los diputados que tienen una visión moralista, discriminatoria”. “El Papa está avanzando con definiciones que tienen que ver con lo político, lo social, la moral sexual y esto genera mucho ruido en sectores conservadores”, advirtió Bosio. Finalmente, la militante de CDD destacó que “las mujeres católicas han decidido abortar cuando la maternidad no es deseada, ni elegida, o no es propicia para la mujer. La mujer decide la interrupción del embarazo y lo decide sin culpa, pero siempre hay una doble moral: la que sustenta la jerarquía, y la que sostienen las mujeres”.
Sobre la facultad de absolver de los sacerdotes a quienes abortaron este diario consultó también a Estela Díaz, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
“Somos un país con mucha población católica, no solo Argentina sino América latina, y ya hemos visto cómo la moral religiosa se trasvasa a los códigos penales o a las leyes. Pasaba con el matrimonio cuando no había divorcio, o con el debate del matrimonio igualitario, todo esto se fue adecuando, haciendo a la sociedades más laicas, más seculares. Y nosotros defendemos que las leyes deben estar acordes a esta diversidad: temas de salud pública, aborto, discriminación”, explicó Díaz  y agregó que “en este sentido la penalización del aborto recorta derechos humanos de las mujeres, y es una buena señal del Papa que en una institución tan rígida con los derechos de las mujeres está mostrando una mirada mas contemplativa, misericordiosa”. Díaz subrayó que “es un buen ejemplo para que los representantes políticos pongan a las instituciones como el Parlamento a la altura, a ellos les corresponde jugarse por decisiones que cambian la vida de las mujeres”. También resaltó que “no le pedimos a la Iglesia que legalice el aborto, esperamos esto del Congreso”, y puntualizó que “la jerarquía argentina es mas conservadora que el Papa. Más aún, Francisco es más abierto que Bergoglio. Ahora que tiene una responsabilidad mundial está más cerca de las necesidades cruciales de nuestros pueblos, y no es casual que ahora esto es noticia. Lo es, porque hay muchos movimientos sociales que reclaman el tema”, advirtió Díaz.