• Jijiji. El estadio ya estaba repleto pero todavía faltaba más de una hora para que llegara Cristina Fernández de Kirchner. Por los altoparlantes sonaban hits de Miss Bolivia, Bersuit Vergarabat y La Renga. Todos seguían el ritmo pero el frenesí llegó cuando sonaron Los Redonditos de Ricota. En la tribuna de los dirigentes políticos el más eufórico fue Aníbal Fernández –amigo personal del Indio Solari–, que saltó y cantó “Jijiji”.
  • El enamorado. El muchacho decidió no acatar la recomendación de no trepar por la estructura de metal que sostenía una de las pantallas gigantes. Desde allí siguió el discurso de CFK, a quien le profería su amor a los gritos. Hacia el final de su discurso, Cristina hizo pasar a una serie de personas que sufren el ajuste del modelo macrista. En un momento, la ex presidenta preguntó “¿quién me falta?” y el joven aprovechó el silencio y la oportunidad: “Yo, Cristina, el que te ama”, le gritó. Hubo aplausos y carcajadas aunque CFK nunca se enteró.
  • Carita. Cristina no nombró a sus adversarios políticos, pero hizo una referencia a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, cuando dijo: “Podrás tener coaching, podrán guionarte los discursos y poner carita de buena. Yo no tengo cara de buena, pero esta es la realidad que tenemos que encarar. Nunca guioné mi vida, mis pensamientos, ni ideas.”