Una de las incógnitas con miras a las elecciones legislativas quedó develada ayer luego de una reunión en la Casa Rosada entre el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y su mano derecha Federico Salvai y el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Allí resolvieron que el ministro de Educación Esteban Bullrich sea quien encabece la fórmula de Cambiemos para el Senado –probablemente acompañado por la titular de la Acumar, Gladys González– en la decisiva elección en la provincia de Buenos Aires, en la que muy probablemente confronten con la ex presidenta Cristina Kirchner. En reemplazo de Bullrich asumirá como ministro Alejandro Finocchiaro, actual titular de Educación en la provincia de Buenos Aires, distrito que mantiene irresuelto un extenso conflicto con los docentes. 

El anuncio lo hará hoy la gobernadora Vidal, quien tuvo la palabra decisiva en el armado. Primero por su veto a Elisa Carrió, que terminó ubicando a la diputada de la Coalición Cívica al frente de la boleta de candidatos pero en la ciudad de Buenos Aires. Luego, en su apoyo a Bullrich, uno de sus favoritos. También lo empujaban el presidente Mauricio Macri y Peña, dado que ven a Bullrich más experimentado para responder a los cruces que seguramente se darán durante la campaña. En cambio, el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba era partidario de que la oferta electoral del oficialismo la encabezara Gladys González. La idea de Durán Barba era repetir el exitoso esquema de dos años atrás con Vidal: postular a una mujer joven, poco conocida y de apellido común como contrafigura de las “mafias” bonaerenses. 

González ya fue dos veces diputada hasta que el año pasado la designaron interventora del sindicato SOMU, que encabezaba Omar “Caballo” Suárez, luego detenido. Este año pasó al Acumar, la entidad que maneja la cuenca del Riachuelo. Anoche, González se barajaba como posible compañera de Bullrich para el Senado o bien para encabezar la lista a diputados. Para este último puesto también barajaban a la ex ministra Graciela Ocaña y al neurocirujano Facundo Manes, quien supuestamente habría planteado que iba al frente de la boleta o nada. Todas estas cuestiones deberán resolverse hoy temprano, antes del anuncio oficial.

Esteban Bullrich llegó al Ministerio de Educación porteño de carambola, luego de que Macri debiera pedirle la renuncia al designado Abel Posse por unas declaraciones cavernícolas sobre la juventud. Con la particularidad de nunca haber sido docente ni tener estudios en la materia –es analista de sistemas–, Bullrich le sacó jugo al puesto: fue ministro hasta el fin de mandato de Macri en la Ciudad y luego se trasladó con el cargo a nivel nacional. Su gestión quedó marcada por sus frecuentes enfrentamientos con los gremios docentes y sus periódicas y llamativas declaraciones como cuando anunció “una nueva campaña al desierto” al inaugurar un hospital escuela en Río Negro, una comparación que generó el rechazo de historiadores y representantes de pueblos originarios.

En reemplazo de Bullrich será designado Finocchiaro, actual titular del cargo en la Provincia. El enroque seguirá con el nombramiento de Gabriel Sánchez Zinny en la cartera provincial. Tanto Finocchiaro como Sánchez Zinny son muy cercanos a Bullrich, que así escala posiciones dentro del esquema oficial.

Siguiendo con la ronda de nombres, otros que quedaron confirmados para la lista de diputados en la Provincia fueron el embajador en Uruguay Guillermo Montenegro y el dirigente social Héctor “Toty” Flores. 

En tanto, Rodríguez Larreta confirmó a su ministro de Modernización, Innovación y Tecnología y presidente del Ente de Turismo de la CABA, Andy Freire, como el primer candidato a legislador porteño de Cambiemos, amplio favorito para llevarse el triunfo. Freire es uno de los más entusiastas propaladores de algunos de los dogmas en los que insiste el PRO como el emprendedurismo y la innovación, conceptos sobre los que escribió libros y brinda charlas.