La asistencia a clases en todos los niveles educativos uruguayos dejó de ser obligatoria desde por la fuerte escalada de casos de coronavirus, anunció el presidente Luis Lacalle Pou, entre otras medidas para frenar el aumento de contagios de coronavirus.
"Se deja en suspenso la obligatoriedad de la presencialidad en todo el sistema educativo en todo el país", dijo anoche el mandatario en conferencia de prensa, aunque aclaró que no se decretó el cierre de las escuelas, ya que en centros educativos el porcentaje de contagios es hasta ahora apenas 2,5 por ciento.
Entre las medidas complementarias, Lacalle Pou anunció la reducción del aforo en los medios de transporte interdepartamental, la suspensión de los deportes amateur, el cierre de vestuarios en clubes y gimnasios y la extensión de la limitación al derecho de reunión para evitar aglomeraciones.
"Uruguay está en etapa de transmisión comunitaria intensa y sostenida del virus SARS-CoV2", con un promedio semanal de 1.200 casos diarios", indicó el grupo de científicos que asesora al Gobierno uruguayo.
"Hoy Uruguay es el país de América Latina con mayor nivel de contagios por días. Pasamos de ser el alumno ejemplar al peor de la clase", evaluó el periodista uruguayo Gabriel Romano, en comunicación con La Mañana.