Esperaron la medianoche del décimo día hábil en la mesa de entradas de la Cámara de Diputados bonaerense, y estallaron de alegría cuando pasadas las doce comprobaron que el veto del Poder Ejecutivo provincial nunca llegó. Así, quedó promulgada la ley de expropiación a favor de la cooperativa Madygraf, la ex imprenta Donnelley cuyos dueños habían pedido su quiebra luego de comenzar a vaciarla. El lunes 11 de agosto de 2014 los trabajadores llegaron al portón de entrada de la planta de Garín y lo encontraron cerrado con un cartelito que decía que llamaran a un 0800 para recibir las indemnizaciones. Al día siguiente, luego de una asamblea entraron, pusieron en marcha las rotativas y a los pocos días salía el primer camión con revista Para Ti. Con su comisión de mujeres al frente, una juegoteca para que ellas puedan ocupar puestos en la imprenta y varios frentes judiciales adversos, sostuvieron la producción desde entonces de manera autogestiva. Ahora que son ellos los dueños de Madygraf podrán consolidarla.

El largo camino de la ley de expropiación comenzó en agosto de 2014 con la presentación del proyecto original por parte del ex diputado Christian Castillo (PTS-FIT), que fue modificado por las comisiones y votado por unanimidad en la Cámara de Diputados provincial. Pero perdió estado parlamentario en 2015. El ex diputado Guillermo Kane (PO-FIT), tras rotar su banca con Castillo, volvió a presentar el proyecto en 2016, obtuvo sanción en Diputados, y en diciembre en el Senado también fue aprobado aunque el texto fue modificado y remitido a la Cámara de Diputados. En la sesión del 18 de mayo el proyecto de ley quedó sancionado, y otra vez por unanimidad. La diputada de IS-FIT, Mónica Schlotthauer, en una nueva rotación de la banca, requirió su aprobación. El 22 de junio, ante el silencio y la ausencia de veto por parte de la gobernadora María Eugenia Vidal, quedó promulgada tácitamente la ley de expropiación.

Además de mantener la gestión obrera –con un juez de la quiebra que les retiene el 10 por ciento de su facturación, la zozobra por los tarifazos y los intentos de desalojo– los trabajadores se reunieron decenas de veces con asesores legislativos. Sus espaldas estuvieron cubiertas a nivel jurídico por la ex diputada Myriam Bregman (PTS-FIT) y Agustín Comas, del  el Ceprodh. Ayer destacaban que la expropiación implica poner la fábrica al servicio de la sociedad, algo que iniciaron ya con varios “cuadernazos”: la distribución de 30 mil cuadernos a estudiantes en Garín, Escobar, Tigre, escuelas rurales, Capital Federal y La Plata.