El sociólogo y asesor en Jefatura de Gabinete de la Nación, Nahuel Sosa, analizó en diálogo con Las últimas noticias el contexto sociopolítico actual en nuestro país y aseveró que los diversos fallos de la Corte Suprema de Justicia de las últimas semanas -y los últimos años- “condicionan la democracia” y aportan incertidumbre a una situación ya de por sí angustiante.

Un fallo de la Corte que anuló una medida cautelar para evitar el aumento de luz en 2016, otro contra un amparo por los tarifazos de gas en el 2019; más acá en el tiempo, este año y con días de diferencia, un fallo que hace lugar a un pedido de la empresa Telecom Argentina y suspende el DNU que había declarado servicio esencial y público a las telecomunicaciones, y otro que asegura que el Gobierno nacional violó la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires ante el conflicto por la suspensión de las clases presenciales.

Con esa historización de fondo, Sosa aseguró: "Con el nuevo fallo de la Corte, entramos a un nuevo capítulo del lawfare: ya no sólo se judicializa una política sino que ahora también se judicializa la pandemia".

Además, afirmó que la decisión de la Corte “mira al 2023” y busca “apuntalar a candidatos de la oposición”. “No hay nada peor que en un momento en que una sociedad está angustiada, aportar a mayor incertidumbre, porque al fin de cuenta lo que hace el fallo es quitar atribuciones del Estado nacional”, sostuvo.

El sociólogo y asesor también analizó el rol de las derechas en Argentina y el mundo, quienes, según apuntó, “se radicalizaron”. En esa línea, señaló que en nuestro país “existe una suerte de trumpismo criollo” combinado con discursos de odio.

“Los discursos del odio básicamente ven al otro como un ciudadano de segunda, hay una idea de que hay una parte de la sociedad que sobra. Odiar al populista, odiar al choriplanero odiar al Kuka. Se empiezan a construir todos los estereotipos para ir a una sociedad cada vez más fragmentada”, explicó.

En el marco del contexto actual de pandemia por el coronavirus, Sosa aseveró que los dirigentes de derecha buscan capitalizar el malestar en la sociedad por los tiempos aciagos que corren y llaman, en esa línea, a la desobediencia.

“Cuando las derechas llaman a la desobediencia hay que desconfiar, siempre que lo hacen es para defender sus privilegios y no para que mejoren las condiciones populares. La derecha lo que quiere es convertir la angustia en odio”, sentenció.