El Gobierno decidió trasladar la justicia nacional a la Ciudad de Buenos Aires el próximo 30 de noviembre. Firmarán un convenio entre Justicia y el gobierno porteño  a pesar de que la ley de autonomía de la Ciudad, conocida como ley Cafiero, impide la transferencia de las competencias judiciales. Los empleados del Poder Judicial del fuero nacional iniciaron un paro de 48 horas que concluirá mañana en rechazo a la medida.

“Lo que hay en juego acá es un proyecto de flexibilidad laboral”, contó a Página/12 Martín Mascolo, Secretario Gremial de la Comisión Interna del Fuero del Trabajo de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación. “El traspaso se aceleró hace una semana por parte del gobierno y vamos camino a tener el conflicto gremial más importante de los últimos 20 años”.

En materia de justicia laboral, hay 80 juzgados, de los que se pretende trasladar 30 a la ciudad. “El resto quedarán residuales, o sea que desaparecerán. Mientras tanto, esos 50 juzgados absorberán las causas de los otros 30, que ingresarán limpios de causas a la órbita porteña, lo cual traerá una enorme saturación. Entran 150 causas por mes a cada juzgado, hay que repartirse más trabajo y quedaremos menos salas para seguir atendiendo los futuros reclamos”, señaló Mascolo.

A lo que se suma otra cuestión: 34 de los 80 juzgados no tienen juez titular. O sea que hay jueces titulares de los restantes juzgados que subrogan en los vacantes, con lo que se demoran las sentencias. Mascolo apuntó que “los 30 juzgados del fuero laboral que pasarán a la Ciudad están todos vacantes. O sea que encima veremos un reparto de cargos de jueces, sabemos el color político que gobierna  la Capital, que es el mismo que ahora está en la Nación”.

Con todo, el mayor temor es el posible desguace. Para Mascolo, “el fuero laboral sirve para equilibrar al empleador con el empleado. Macri mismo lo advirtió hace poco, diciendo que le gustaría mayor equidad en la justicia laboral. Lo dice porque en la justicia laboral se ampara a los trabajadores. Quieren usar esto como punta de lanza para luego promover una reforma laboral. Sin la red de protección que significa este fuero, irían por lo otro, sin ninguna duda”.

En rigor, en el fuero imperan hoy las suspensiones y despidos masivos y el traspaso llevaría a reducir el costo laboral a través de la supresión de derechos laborales. Mientras tanto, hay sobrecarga y denuncian malas condiciones de trabajo y edilicias. Tampoco habría demasiado interés de los funcionarios a cargo de los juzgados y las secretarías en que se concrete el traspaso, dado que saldrían perdiendo en el escalafón salarial.  

¿Cómo seguirá el conflicto  tras el paro que culmina mañana? Mascolo no ve factible que se haga rápido el traspaso una vez que se firme el convenio la semana próxima. “Probablemente se judicialice. Además, los tiempos parlamentarios no son tan rápidos. Nosotros insistimos, como afirman muchos, que se encara mal el traspaso al no tocar el artículo 8 de la Ley Cafiero”.

La cuestionada ley, inspirada en los 90 por Antonio Cafiero, limitó las competencias judiciales porteñas al ámbito de la contravención y la falta, cercenando la posibilidad de que hubiera fueros penales, civiles, laborales, etcétera, a lo que ahora apunta el gobierno nacional, si bien Mauricio Macri ya había reclamado el traspaso de competencias al asumir como Jefe de Gobierno en 2007.El ministro de Justicia, Germán Garavano, impulsa el traspaso a través del programa Justicia 2020, que busca completar el proceso antes de ese año.

La discusión respecto de si la ciudad puede o no tener justicia propia pese a no tener rango de provincia quedaría saldada, afirman, si se procediese a modificar la cuestionada ley. En la discusión de fondo, la Corte Suprema ya dio un guiño, hace un año, en el caso Corrales, al declarar que la ciudad es plenamente autónoma y los juzgados se tienen que trasferir por completo.