En su columna en Una nueva aventura, la historiadora, periodista y presidenta del consejo deliberante de Moreno Araceli Bellota repasó el rol de la mujer a través de la historia y la forma en que el sistema capitalista y la religión influenciaron para que fuera dejado en segundo plano.

Bellota indicó que la misoginia y el concepto de relegar a la mujer comenzó con las religiones, que tienen mucha influencia en el mundo occidental.

Tomando el ejemplo de la famosa María Magdalena, indicó que "no era una prostituta", como se la califica en la Biblia, sino "una mujer que vivía en Magdala, un pueblo que hoy está en en Israel, pero el que introdujo ese pensamiento sobre esta intelectual de la antigüedad "fue el Papa Gregorio Magno en el año 591, porque en un documento -refiriéndose a un pasaje del Evangelio- dijo que el evangelista Lucas llamaba a la mujer pecadora, la cual era María, de quien fueron expulsados siete demonios, que en verdad significaba todos los vicios", remarcó.

En el mismo sentido, pero más acá en el tiempo, Bellota dijo que "circunscribir a la mujer al rol de parir solamente es consecuencia del capitalismo", y su argumento lo apoya al citar el libro de Silvia Federici, Calibán y la bruja, en donde se cuenta que, al final de la Edad Media, cuando se empieza a convertir en el nuevo sistema y se inicia la caza de brujas en Europa, el capitalismo sirvió para reestructurar las relaciones familiares y el papel de la mujer para satisfacer las necesidades de la sociedad en este nuevo orden. Así, la violencia contra la mujer se usaba como método sistemático para subordinarlas.

En ese mismo período, en este continente se dieron las conquistas europeas, que trajeron aparejada la idea de un mundo en el que, si bien los hombres y las mujeres tenían distintos roles, los ejercían con una mirada complementaria.

"A partir de la conquista, los varones blancos, además, se impusieron como seres superiores. El patrón era ese y todo lo demás era subordinación. Para empezar, las mujeres dejaron de ocupar espacios comunitarios, fueron recluidas en lo doméstico con el único fin de parir hijos-mano de obra y atender a los maridos", resaltó.