"Mi padre y mi madre esconden ahí arriba periódicos y armas, pero yo no debo decir nada. La gente no sabe que a nosotros, sólo a nosotros, nos han forzado a entrar en guerra", puede leerse en un fragmento del libro La casa de los Conejos (2008), publicado por Laura Alcoba.

Dirigida por Valeria Selinger y protagonizada por Mora Iramain García, este jueves 21 de octubre llega a los cines la adaptación de la novela, un filme que cuenta la historia de Clara Anahí, que tenía tres meses de vida cuando fue robada luego de que las fuerzas represivas asesinaran a su madre y a otros cuatro militantes en la vivienda de la ciudad de La Plata referenciada en el título de la obra.

Clara fue buscada incansablemente por su abuela María Isabel "Chicha" Mariani, que falleció en 2018, una tarea que aún continua por parte de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo.

"Estoy muy feliz y emocionada. Tuvimos que esperar mucho para que se estrene la peli. Así que estoy muy contenta y con muchas esperanzas", dijo esta mañana a AM 750 Mora Iramain García , nieta de desaparecidos, que ahora tiene 12 años pero que tenía 8 cuando se hizo el rodaje.

La autora Laura Alcoba, hija de militantes Montoneros, fue quien escribió el libro que le da nombre a la película y en en el que se narran las estrategias de silencio y clandestinidad que sus padres le inculcaron para preservarla del aparato de represión ilegal por parte del terrorismo de Estado.

"Fue muy lindo interpretar a Laura porque teníamos como la misma edad, así que podía entender sus emociones y no me costaba entender lo que a ella le pasaba, y vivirlo como ella lo vivía", dijo Mora, que además aseguró que la historia de la escritora la conecta con "su propia historia".

"Es una una película, un libro, una historia, que se conecta mucho con la mía, porque mi abuelo era alumno de Chicha Mariani, también era amigo de Diana. Así que tiene mucho que ver y la siento muy, muy propia a la historia, porque siento que me conecto con mi abuelo cuando actúo, y me conecto con las personas con las que mi abuelo estuvo", repasó la joven actriz, muy emocionada.

Mora contó en La García que ella fue "bastante cercana a Chicha" y que siempre que podía la iba a visitar a la casa. "Ella estaba enterada de este proyecto, no lo pudo llegar a ver, lamentablemente, pero tenía muchas ansias de verla y mi mayor sueño y esperanza con esta película es que ayude a encontrar a Clara Anahí y que podamos cumplir el sueño de Chicha al que dedicó toda su vida", reveló.

Actriz joven, sueño grande

"Creo que la película fue un cambio rotundo", dijo Mora cuando le consultaron cómo atravesó el proceso de grabación. Y agregó: "Me di cuenta de que quiero actuar y de que quiero vivir de esto y que mi sueño es ser actriz. La película me ayudó a descubrir mi sueño".

Además, la joven de 12 años comentó cómo fue el acompañamiento de sus padres durante el rodaje: "Ellos aportaron mucho para la película. Mi papá hizo la foto fija, mi mamá tuvo un pequeño papel y siempre estuvo apoyando y dando consejos como periodista. Así que para ellos también es como su película, es como su proyecto. Más que nada están emocionados por mí. Sienten que actué muy bien en la película".

Mora además destacó que todos sus compañeros de elenco la trataron muy bien, "con mucho cuidado, con actitudes muy maternales y paternales", y que eso le permitió, sin dejar de ser profesional, divertirse y vivirlo como un juego.

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"El futuro es de los jóvenes"

"El futuro siempre es de los jóvenes. Creo que la dictadura nos enseña eso", dijo Mora sobre la actualidad política. "Todos los desaparecidos eran mayormente jóvenes, que estaban luchando, que estaban en las calles, y eso sigue. Y creo que la enseñanza también se puede ver en las calles, porque somos un montón de jóvenes", agregó.

Mora también comentó que siempre vivió con mucha intensidad cada 24 de marzo, cuando se cumple un nuevo aniversario del comienzo de la Dictadura Cívico-Militar de 1976: "Todos los 24, como en mi colegio no se hacía ninguna actividad especial, iba al frente del salón y hablaba sobre mi historia para que mis compañeros supieran que, por más de que ahí no se dijera nada, esto pasó".

"Es muy importante recordarlo y siempre me escucharon muy atentos. Recibieron la historia con mucho respeto, quizás con alguna curiosidad, pero siempre que tenían dudas me lo decían de forma muy cuidadosa", concluyó.