Los venezolanos acudirán este domingo a las urnas para celebrar las elecciones regionales y municipales, pero no serán unas elecciones más. Por un lado, se trata de los primeros comicios de un complicado restablecimiento del sistema electoral, con los principales partidos opositores participando en la contienda luego de varios años de boicot como modo de protesta. Por otro, el escrutinio medirá la credibilidad del sistema electoral.

Se elegirán 23 gobernadores, 335 alcaldes, 253 legisladores de los estados y 2.471 concejales. De los legisladores regionales y municipales, 77 representarán a los pueblos originarios.

En total, se votarán 3.082 cargos de representación por los que compiten 70.244 aspirantes.

Están llamados a votar un total de 21.283.590 ciudadanos. Son las primeras elecciones desde 2008 en las que se renovarán simultáneamente todos los poderes regionales y municipales. La participación no es obligatoria y se espera que sea baja.

En las últimas regionales y municipales, que se llevaron a cabo en octubre y diciembre de 2017, la abstención fue de 38,9%, según datos oficiales. En las parlamentarias de diciembre de 2020, alcanzó el 69,5%. Los especialistas estiman que este domingo votará aproximadamente el 50%, lo cual para el gobierno evidenciaría que se logró convocar más personas de las esperadas dado el negativo clima electoral existente.

Participación de la oposición

El regreso de los partidos opositores a la competencia electoral se produce después de las conversaciones en México entre las delegaciones que representan al gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición, impulsadas por Noruega, para tratar de buscar una salida al estancamiento político en el que se encuentra el país.

Sin embargo, los adversarios al presidente denunciaron que no tuvieron acceso a los medios de comunicación para dar a conocer sus propuestas y que tuvieron recursos limitados para la campaña electoral, pero varios analistas coinciden en que la mayor debilidad fue la división al no lograr candidaturas unitarias en la mayoría de las regiones.

La oposición ya logró candidaturas unitarias antes, como en 2012 y 2013, con Henrique Capriles, que enfrentó a Hugo Chávez y Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales, y luego en 2015, cuando arrasó en las legislativas y puso fin a 15 años de hegemonía de Chávez en el Parlamento. Este año, sin embargo, la oposición está dividida incluso sobre su participación en las elecciones.

En un mensaje publicado en redes sociales este viernes, el líder opositor Juan Guaidó, cuya presidencia interina fue reconocida por medio centenar de países, dijo que no iba a votar y denunció que "no hay condiciones para una elección libre y justa en Venezuela".

"No existe un juego limpio. Esperamos que las misiones de observación que se encuentran en Venezuela presenten un informe" que "sea clara imagen de todos los abusos", comentó. "El poder electoral en Venezuela no es independiente, está tutelado por la dictadura, las tarjetas de los partidos políticos de la unidad (opositora) siguen secuestradas y sus siglas entregadas a dirigentes cooptados por la dictadura", añadió.

No obstante, las regionales y municipales de este domingo podrían marcar la aparición de nuevos liderazgos opositores, consolidar otros y definir la estrategia a seguir para intentar derrotar a Maduro.

Renovación del Consejo Nacional Electoral

Las críticas de Guaidó hacen referencia Consejo Nacional Electoral (CNE), el máximo órgano electoral del país. Durante años, esta entidad ha sido acusada de servir al chavismo y limitar las garantías de los procesos democráticos.

Sin embargo, en mayo pasado, tras la presión internacional, el CNE incluyó a dos miembros de la oposición en su junta directiva de cinco miembros como parte de la llamada "reinstitucionalización" del voto en Venezuela.

Por su parte, el gobierno de Maduro llamó a votar y acusó a Estados Unidos de ser el responsable de una supuesta conspiración contra las elecciones. "Da pena ajena, da vergüenza como el Departamento de Estado pretende inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela y pretende descalificar las elecciones que se viene preparando con esmero", criticó Maduro en uno de sus últimos discursos.

Según analistas, el principal objetivo del mandatario es el levantamiento de las sanciones estadounidenses contra el país, especialmente las vinculadas al área petrolera. El gobierno tiene fondos bloqueados en el extranjero y quiere vender su petróleo sin restricciones, así como importar gasolina, escasa ante la destrucción de la industria. Maduro sostiene que las sanciones son la causa de los muchísimos problemas de Venezuela.

Observadores internacionales

Esta vez las elecciones contarán con la presencia de observadores internacionales de la Unión Europea (UE), que vuelve al país después de 15 años, de un equipo del Centro Carter, que regresa a Venezuela tras ocho años de ausencia, y un panel de expertos de la Organización de las Naciones Unidas.

Si bien este tipo de elección no justificaba una observación internacional, su presencia fue una de las exigencias que hizo la oposición para participar.

La UE contará con 130 técnicos y analistas. Algunos de ellos están desplegados en diferentes regiones del país desde hace semanas para conocer el funcionamiento del sistema de votación y seguir la campaña electoral.

En total, unos 300 observadores internacionales seguirán las incidencias y, posteriormente, publicarán sus conclusiones y recomendaciones para las futuras elecciones, entre ellas las presidenciales de 2024.

¿Qué dicen los sondeos de opinión?

El oficialismo es el favorito para conquistar la mayoría de los cargos. Las principales encuestadoras vaticinan un triunfo en más del 75% de las 3.082 vacantes en disputa.

Por el lado de la oposición, sin embargo, se calcula que de las 23 gobernaciones en competencia, ganarán un mínimo de tres y un máximo de cinco.