Dos colectivos urbanos fueron blanco de ataques sucesivos durante la noche del sábado en zona sudoeste, en inmediaciones del barrio La Cariñosa. Por un lado, un grupo de hombres intentó frenar una unidad de la línea 112 y aunque el chofer pudo evadirlos, lograron dejar una nota amenazante contra el gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni. Una hora más tarde, en la misma zona, un hombre armado buscó subir a otro colectivo de la misma línea y, al no conseguirlo, gatilló sin éxito contra la unidad. Ambos hechos se dan un día después de la serie de ataques incendiarios a 13 vehículos con amenazas para la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y para el propio Cococcioni.

El primer hecho se produjo cerca de las 20.30 del sábado en cercanía de calles Aurora y Avellaneda. Allí, un chofer de la línea 112 fue interceptado por un grupo de hombres que intentó detener la unidad a la fuerza. El conductor logró maniobrar para evadir al grupo y continuar su recorrido pero en ese momento uno de ellos consiguipó arrojar un papel con una nota al interior del micro. Al llegar al cruce de calles Madrid y Callao, el colectivero frenó la unidad y levantó el papel, en el que pudo leer que se trataba de una amenaza para el gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Seguridad provincial, Pablo Cococcioni. Ante este hecho, el chofer decidió radicar la denuncia llamando al 911.

 

Tan solo una hora después de ese incidente, alrededor de las 21.30, dos colectiveros, un hombre y una mujer, se encontraban realizando el cambio de turno de otra unidad de la línea 112 Negro en el cruce de las avenidas Avellaneda y del Rosario, cuando un joven armado buscó subir al vehículo con intenciones de robo. Al percatarse de lo que estaba sucediendo, ambos choferes cerraron rápidamente la puerta de ingreso al colectivo, arrancaron la unidad y escaparon del lugar. Al ver frustrado su intento de subir, el joven les apuntó con el arma y gatilló pero no logró disparar. Los choferes se dirigieron directamente al galpón, donde dieron aviso a sus superiores del intento de robo. Luego, varios patrulleros recorrieron la zona pero no pudieron dar con el atacante. 

Estos nuevos hechos violentos se produjeron un día después de los múltiples incendios intencionales de automóviles en distintos barrios de la ciudad, que están siendo investigados como  una nueva forma de transmitir el descontento de reclusos por el endurecimiento de los regímenes penitenciarios provincial y nacional.