El presidente Alberto Fernández repudió este miércoles el ataque a la estatua de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en Río Gallegos (Santa Cruz) y condenó "la violencia de los cultores del odio".
"Hoy fue derribada y vandalizada en Río Gallegos una estatua montada en homenaje a Cristina Kirchner, dos veces Presidenta de la Nación y actual Vicepresidenta", escribió el mandatario en Twitter.
Y continuó: "Ella se ha ganado legítimamente un lugar en nuestra historia y en nuestro presente. Respetar las instituciones y la convivencia en la diversidad ideológica son una exigencia que nuestra democracia nos impone."
Asimismo, remarcó que, además de la estatua de la titular de la Cámara de Senadores, también padecieron ataques las de los expresidentes Néstor Kirchner y Fernando de la Rúa.
"Repudio la violencia de los cultores del odio que son capaces de hacer semejante daño a la paz social", concluyó.
Durante esta mañana, se conoció que la estatua de la dirigente del Frente de Todos, que había sido inaugurada la semana pasada en el "Paseo de los Presidentes" en la ciudad capital santacruceña, fue vandalizada durante la madrugada por desconocidos que la arrancaron de su base y la rompieron.
Tras conocerse el hecho, el Gobierno de Santa Cruz expresó su "enérgico repudio" a los hechos "vandálicos y delictivos" ocurridos sobre la escultura de la expresidenta, con un hilo publicado en la cuenta oficial de Twitter de la provincia. Según se informó, la estatua ya fue retirada y será reconstruida.
Por este hecho, una persona fue detenida: se trata un hombre de 34 años que fue sorprendido, tras el llamado de varios vecinos a la policía, informó Pagina 12.
El hombre fue alojado en la Comisaría Primera por orden del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Río Gallegos, que dispuso la pesquisa de las cámaras de seguridad instaladas en la plaza y en las viviendas de alrededor.
El ataque a la estatua de la exmandataria se suma a lo ocurrido el lunes, cuando en el centro porteño aparecieron afiches en los que la vicepresidenta era calificada como "asesina" y se la culpabilizaba por 35 mil muertes, al afirmar "Elegiste negocios con Putin en lugar de salvar vidas".
