Las autoridades de Nueva York confirmaron que una doctora murió ayer y otras seis personas resultaron heridas por los disparos de un médico que entró a un hospital armado con un fusil para perpetrar el ataque y luego se suicidó.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en declaraciones a los periodistas frente al lugar del tiroteo, el hospital Bronx-Lebanon, en el distrito del Bronx, afirmó. “No es un acto terrorista pero es igualmente trágico”, afirmó de Blasio, “se mató tras de provocar un daño horrible”. De Blasio evitó entrar en más detalles sobre el suceso, porque los investigadores están intentando “encajar las piezas”. Tan solo precisó que la persona asesinada era un doctor y que algunos los heridos estaban luchando por su vida.

De acuerdo con sus informes y de otras autoridades de la ciudad, un médico entró al edificio en la tarde local armado con un fusil de asalto y se dirigió a una de las plantas para comenzar a disparar.

La víctima mortal es una doctora que no fue identificada. Además, hay cinco heridos graves y uno más recibió un disparo en una pierna, informó el jefe de la Policía de Nueva York, James Bonetillo.  

Los equipos policiales que ingresaron al hospital encontraron al autor de los disparos en una de las plantas del centro médico, muerto por un disparo que aparentemente se hizo con el arma que utilizó en el ataque. Según la cadena CNN, el atacante, que no fue identificado oficialmente, estaba vestido con una bata médica.

Medios locales identificaron al autor de los disparos como Henry Bello.

Empleados del hospital dijeron que el médico prestó servicios en ese hospital hasta hace dos años, pero se desconoce si renunció o fue despedido. Bello figura en los registros del hospital como médico de familia.

En una trasmisión radial, la policía describió al atacantes como un hombre alto, delgado que vestía una camisa azul y guardapolvo blanco.

Las víctimas se encontraban en los pisos 16 y 17 del hospital. Para las 15.30 hora local la sección del hospital donde se hallaban los médicos heridos se había asegurado y la policía estaba dirigiendo a un grupo de trabajadores fuertemente armados hacia el edificio.

Valeria Castro, paciente del hospital, comentó que sintió mucho miedo, “no sabíamos que hacer. Todo el mundo gritaba código rojo y nos pedían que cerráramos las puertos”. Otro de los testigos vio como una de las víctima, que era un doctor, recibió un disparo en la mano. “Cerré la puerta de la habitación y nos tiramos todos al suelo”, añadió otra paciente, “no sabíamos que iba a hacer”.

Dentro de la unidad pediátrico del hospital, una mujer telefonista que no quiso dar su nombre, dijo que ella y otras se estaban protegiendo en el lugar, ya que no podían dejar el lugar. “Queremos mantenernos seguros. Estamos muy bien,” dijo. Todos nosotros nos sentimos tensos por la situación.

Una mujer que contestaba el teléfono en la oficina de admisión del hospital, dio sólo su nombre de pila, Morgan, y dijo que la alerta para los empleados sonó alrededor de las 15 horas, ordenándoles que se protegieran en el lugar. Dice que la metieron en una habitación con varios otros trabajadores. “No teníamos idea de los que estaba pasando”, dijo.

Los disparos comenzaron un poco antes de las 15 horas en el hospital de 972 camas, uno de los más grandes para pacientes externos en Nueva York. Las imágenes de video mostraban a los empleados del hospital y a otros saliendo de la puerta principal con sus brazos hacia arria y cruzando la calles hacia los oficiales de policía que los esperaban.

Krystal Rivera un paciente de 23 años dijo que ella estaba con su compañera de cuarto del hospital, un visitantes y una enfermera del piso cuando escucharon los disparos. Tapió la puerta con una máquina dos sillas y mi cama, dijo Rivera.

El paciente Francisco Bodon dijo que quedó varado en una habitación del hospital. En esta habitación, tres enfermeras se estaban escondiendo en el baño. No podíamos salir. Teníamos un poco de agua por lo menos. Yo estoy escondiéndome aquí con un una mano herida y una cirugía en la pierna. Las enfermeras están escondidas y me dicen que me calle. ¿Cuando terminará esto?

La policía, que aún se encontraba  en el lugar, había llamado a la población a evitar la zona en la que se encuentra el hospital. La alerta por este suceso se extendió rápidamente por la ciudad por el temor de que se tratara de un atentado.

La situación quedó bajo control dos horas después y el suceso está siendo tratado como un crimen. Al parecer, el agresor ha utilizado un rifle de asalto. Se atrincheró en la planta 16 y llevó una hora localizarlo. Se desconoce el motivo del ataque pero al personal médico del centro hospitalario no le sorprendió al escuchar su nombre, porque el doctor dejó su puesto de forma abrupta hace dos años.