Agosto es sinónimo de incendios para rosarinos y enterrianos. Ya van 15 mil hectáreas quemadas en Santa Fe y Entre Ríos y hay más de 1400 focos activos en la zona. Ya van 15 mil hectáreas quemadas en Santa Fe y Entre Ríos y hay más de 1400 focos activos en la zona. Desde el Ministerio de Ambiente apuntan directamente a los dueños de los campos ganaderos, que "limpian" los terrenos a través de las quemas, y a la justicia entrerriana por inacción. Un mapa digital que combina la información satelital sobre incendios durante agosto con las explotaciones agropecuarias registradas en las islas permite avanzar en la linea de quiénes están detrás de los incendios.

Los campos se queman otra vez y la problemática tiene por lo menos dos aristas de análisis: una ambiental, con impacto en la fauna, flora y la salud, y otro económico. En el primer sentido, la Universidad de Rosario midió el impacto en la salud a través de la concentración de partículas en el aire por la quema de pastizales. Los índices superan altamente, hasta 17 veces más algunos días, los niveles máximos de concentración fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto amenaza la capacidad de recuperación pulmonar y cardíaca de las personas.

Fuego amigo

El interés económico es la línea a la que apunta el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, y queda a la vista con el mapa que elaboró el periodista rosarino Juan Chiummiento, que combina la información de los nombres de los dueños de los campos con explotaciones agropecuarias en donde están localizados los focos de incendio.

Es que los intereses económicos detrás de los campos quemados involucran a diferentes actividades productivas de la zona, e incluso a la especulación inmobiliaria. Pero una de la actividades más señaladas es la ganadera, que utiliza las quemas como una práctica para limpiar campos que se dedican a la actividad. 

En una entrevista en el año 2008 con el medio Rosario3, productores ganaderos explicaron el por qué de estas prácticas: "La quema de pajonales isleños es fundamental para que pasado el invierno y antes de que lleguen las lluvias de la primavera pueda germinar el verde sobre las zonas secas, que es la comida del ganado", explicaban. Además se convierte en una acción para limpiar el campo: "Nosotros necesitamos desmalezar. No queremos seguir prendiendo fuego, estamos de acuerdo con el progreso. Pero, ¿cómo hacemos?, acá es muy complicado ingresar maquinaria, hay zonas que sólo se llega a caballo”, agregaban. 

Esta explicación responde el misterio de agosto, mes post invierno y pre lluvias primaverales. Es que en Rosario hubo un incendio en 2008 pero es una constante desde 2020 y particularmente en agosto, que es el peor mes de incendios en el humedal. De los 9323 focos de calor que se registraron en todo el año, 2887 (el 30 por ciento) corresponden a agosto. Solo en ese mes de 2020 hubo 15.800 focos en el Delta del Paraná, una cifra similar a la suma de los ocho años anteriores. 

Complementando este análisis, Chiummiento agrega: "Desde que se intensificaron los incendios, creció 50 por ciento la cantidad de vacas en las islas. La población vacuna en el delta pasó de 130.992 a 191.662 entre 2017 y 2022. Los datos respaldan la teoría de que los incendios se realizan de forma intencional para expandir la actividad agropecuaria en el Delta. Además del crecimiento de la población ganadera, aumentaron los permisos de explotación pedidos al Senasa". 

Mapa interactivo

En el mapa interactivo aparecen los nombres de los titulares de las explotaciones donde se concentran los focos de incendios: "No quiere decir que sean los culpables directos, pero sí sirve para exponer que el Estado tiene información disponible para investigar sobre el problema", asegura Chimmiento en diálogo con PáginaI12

Entre los nombres que aparecen, se destacan dos. Hay dos explotaciones a nombre de la familia Maiocco, apellido del intendente de Victoria Domingo Maiocco. Tienen más de 9000 hectáreas registradas y 1000 cabezas de ganado. También hay dos explotaciones de 3000 hectáreas y 300 cabezas de ganado registradas por la familia Baggio, de los jugos, que ya tiene una causa iniciada en junio de 2020 en el juzgado federal 2 de Paraná a cargo del juez Daniel Edgardo Alonso por este motivo. 

El Ministerio de Ambiente es querellante en la causa penal. "Actualmente se están tomando las indagatorias. Las declaraciones todas muy parecidas refieren que ninguno se reconoce como el culpable del delito. La mayoría de ellos indica no vivir en el campo siniestrado, sino en la Ciudad", señalan desde la cartera ambiental. La justicia entrerriana tramita también una causa civil contra Baggio, Rufino Pablo y "otros". 

"Sería una medida contundente y, en algún punto, una forma de disciplinamiento" que la Justicia cite a los dueños de los campos donde se presume que se queman pastizales en la zona de las islas del río Paraná, declaró  el ministro de Ambiente al considerar que esa acción serviría para desalentar los focos de incendio. 

En respuesta a este pedido, el gobierno de Entre Ríos puso este miércoles a disposición de la Justicia Federal los datos catastrales y la titularidad de los terrenos donde se detectaron incendios en islas a pedido del juez Federal de Victoria, Federico Martín.