La policía de Las Vegas informó que encontraron un arma de fuego en el recientemente evaporado Lago Mead, cerca de donde fueron encontrados numerosos restos humanos, entre ellos, un cadáver escondido en un barril que los detectives vincularon a un crimen mafioso que habría sido cometido hace 40 años.

Se recuperó un arma de fuego en el Área Recreativa Nacional del Lago Mead, muy cerca de donde se encontraron uno de los restos humanos”, precisó el Departamento Metropolitano de Policía de Las Vegas a través de una publicación en la red social Twitter.

Luego, precisó que no es raro que se encuentren armas de fuego en el lago y aclaró que “es demasiado pronto para determinar si está relacionado con la investigación” respecto al hallazgo de los cadáveres.

Reveló también que dieron con el arma tras recibir el reporte de un ciudadano que la encontró. “En este caso, fue un periodista quien localizó el arma de fuego y alertó a los investigadores quienes se movilizaron hasta el lugar”, explicó.

El arma podría tratarse de una pieza clave para determinar las causas de las muertes de la gran cantidad de cadáveres que se encontraron allí. Hasta el momento, la principal hipótesis indica que se trata de un sin fin de “ajustes de cuentas” relacionados con grupos mafiosos.

Hallazgo de cadáveres en el evaporado Lago Mead

Durante los últimos meses, el rápido retroceso del Lago Mead hizo aflorar un gran número de cadáveres. La primera de las víctimas fue hallada el 1 de mayo pasado con un disparo en la caveda y dentro de un contenedor.

En ese momento, el detective Ray Spencer dijo a la prensa local que el crimen contaba con un estilo típico de los sicarios en las décadas de 1970 y 1980, y que la ropa y el calzado que utilizaba el individuo coincide con ese período.

Días después del primer hallazgo, se encontró otro cuerpo. El tercero fue encontrado en julio, mientras que en agosto descubrieron restos óseos que corresponderían a dos personas distintas.

Los cadáveres fueron hallados en el marco de una histórica sequía del Lago Mead

Las revelaciones se producen en el marco de una histórica sequía que azota gran parte del oeste de Estados Unidos, la cual produce que el agua de los lagos esté cayendo a niveles mínimos. Los científicos afirman que la exacerbación del ciclo natural de la sequía se debe al cambio climático provocado por el hombre, alimentado por la quema incontrolada de hidrocarburos.

Según datos de la Oficina de Recuperación de Estados Unidos, el Lago Mead, el embalse artificial más grande de América del Norte, ha descendido a unos 1.052 pies sobre el nivel del mar, el nivel más bajo desde que se llenó en 1937 después de la construcción de la presa Hoover.