El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) constituyó la Mesa Estratégica de Cannabis y Cáñamo Industrial para coordinar las tareas de los diferentes organismos involucrados en el desarrollo de esas cadenas de valor. La misma resolución designó como responsable del organismo a Diego Peña, quien tendrá a su cargo "la articulación con todas las áreas del Senasa y la supervisión de las tareas del equipo de trabajo de dicha Mesa".

También abordará "la coordinación de las acciones con otros organismos, consejos, universidades competentes en la materia y con todas aquellas instituciones que puedan ser relevantes en el desarrollo del sector, especialmente con el Instituto Nacional de Semillas (Inase), para la elaboración de marcos y programas comunes de colaboración que permitan el desarrollo de la fiscalización y control en esta industria".

La Mesa "no implicará la creación de nuevas aperturas estructurales ni erogación presupuestaria adicional alguna" y estará conformada por un representante por cada una de las siguientes direcciones nacionales: de Protección Vegetal, de Sanidad Animal, de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, de Operaciones y uno de la Dirección General de Laboratorios y Control Técnico.

En los considerandos, la norma indica que "uno de los ejes de trabajo identificados para el año en curso es el tratamiento del universo del cannabis de uso medicinal y el cáñamo industrial, atento a las potencialidades que giran en torno a su desarrollo como una nueva cadena de valor".

El 26 de mayo se promulgó la ley 27.669, que establece el marco regulatorio de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, a través del decreto 266/2022. La ley crea la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), que es "el organismo competente para reglar, controlar y emitir las autorizaciones administrativas con respecto al uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados".

El marco regulatorio abarca a "la cadena de producción y comercialización nacional o con fines de exportación de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, incluyendo la investigación científica, y al uso industrial".

El ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, sostuvo que se proyectan "50 millones de dólares de exportación en pocos años y más de 500 millones de producción nacional".