Organizaciones de desocupados se movilizaron ayer frente a la sede central del Anses en Rosario, en Villa Constitución, en San Lorenzo y en Tacuarendí, en el norte provincial. Melisa Molina, dirigente del Polo Obrero, manifestó: “La Unidad Piquetera vuelve a las calles para exigir un salario mínimo de 110 mil pesos, equivalente a la canasta básica familiar. Hoy el salario mínimo es de $47 mil pesos, mientras que la canasta de alimentos está en $49 mil y aún no se computa la inflación muy pronunciada de agosto. La población desocupada, precarizada, la que sobrevive haciendo changas o trabajando en casas de familias está siendo empujada a la indigencia, porque con un programa social de 22 mil pesos e ingresos provenientes de trabajos informales, que son muy bajos, no hay manera de llegar a fin de mes. Estamos hablando del 40% de la población del país. Es urgente que la CGT y la CTA convoquen a un paro nacional y plan de lucha en defensa de los trabajadores”.