Desde Resistencia, Chaco

El termómetro se va acercando a los 30 grados en la capital chaqueña aunque los lapachos en flor, con sus frondosos destellos rosados, recuerdan que, aquí también, sigue siendo invierno. La actividad es intensa en el amplio Centro de Convenciones, cercano al aeropuerto: unas dos mil personas llenaron el salón principal para venir a escuchar y hablar de literatura, algo que constituye todo un fenómeno en sí mismo. El anfitrión, Mempo Giardinelli, está imprevistamente ausente, al menos de manera presencial: un test positivo de covid que recibió hoy mismo lo obligó a dar sus palabras de bienvenida por vía virtual. "Soy el único que se la pierde", lamentó con una sonrisa resignada al repasar la intensa agenda de oradores y actividades que tiene lugar desde el miércoles y hasta el viernes, en la edición número 27 del Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura, que organiza en la ciudad de Resistencia la Fundación Mempo Giardinelli.

"Ahora y más que nunca necesitamos reflexión, talento e ideas", destacó el autor de La revolución en bicicleta, al referirse al lema de esta edición: "Lectura, imaginación, conocimiento". Habló de la necesidad de "sacudir la inevitable superficialidad acrítica que vienen proponiendo los poderes fácticos" y de "defender la lectura como un acto de soberanía y libertad de lectores y lectoras, sobre todo en la escuela". Gran parte del auditorio estaba compuestopor docentes, también bibliotecarios, especialistas, público en general. Desde la primera fila, escucharon el gobernador Jorge Capitanich y la vice, Analía Rach Quiroga.

Justo antes del monstruo

Llegada especialmente desde Berlín para este evento, la escritora Samanta Schweblin fue quien tuvo a su cargo la conferencia inaugural, magistral en más de un sentido. Tras definir a la literatura como "un baile que se baila de a dos, en el que escritor y lector van acercando un pie y el otro, pero sin pisarse", abrió paso a una explicación sobre "la magia del vilo" que debe haber en una buena historia: ese "estado de suspensión" en el que entra el lector cuando es llevado por el relato a "un estado de atención absoluta, como de alarma". 

Y para hablar de eso que es "lo que pasa justo antes del monstruo" --que tan bien maneja en su literatura, en obras como Distancia de rescate y cuentos como los de Pájaros en la boca-- fue introduciendo en ese planteo teórico, justamente, una historia que tenía esas características. A final, su ponencia resultó como lo que prometía su título: "Un paseo por la imaginación del lector".

Foto: gentileza Paloma Ramos


La escuela no enseña a leer

El programa incluye la participación de escritoras, escritores y especialistas de distintos lugares del país y también de Brasil, México, Perú, Colombia, Francia, Dominicana, China, República Checa. La mesa que siguió incluyó, por ejemplo, a la cordobesa Graciela Bialet con un potente alegato por la inclusión de la lectura literaria --no de manuales de texto o lecturas para aplicar los conocimientos de las áreas, lengua por ejemplo-- en la escuela, en todos su niveles. Durante su exposición mostró datos sorprendentes. Rastreó, por ejemplo, la cantidad de veces que aparece la lectura como contenido concreto planificado en los programas curriculares nacionales: sólo está en el 0,43 % de todos los programas, desde inicial a secundario. "Y les va agarrando el apuro a medida que crecen los chicos, en inicial es un 0,09 %, en secundaria 0,74 %", mostró en un cuadro. 

"Existe cierta (cuasi) hipótesis popular, e incluso pedagógica, de creer que si se aprenden las letras y sus combinaciones de escritura, se aprenderá a leer. Y no es así. Son dos procesos cognitivos consecutivos, pero no irremediablemente consecuentes", advirtió. "La escuela es el lugar, la institución social y política, donde se forman los lectores. La lectura de libros y la realizada oralmente, en la escuela, deben ser experiencias diarias, no una tarea para el hogar, o un ejercicio para realizar alguna vez, o cuando se puede, o cuando sobra el tiempo. Porque leer enseña a pensar y no podemos abandonar nuestras infancias a la agenda de 'ideas y contenidos' de los medios y Tik Tok. La escuela está para enseñar. Por eso, la lectura debe estar pautada sistemáticamente", pidió. 

De tertulia

La escritora y editora mexicana Laura Emilia Pacheco retomó el lema del foro, alrededor de la imaginación: "si no se usa, se atrofia", advirtió. "Y sin imaginación la vida se vuelve árida, desolada. Cada línea, cada página de un libro constituyen un trayecto inexporado, pero también un paso más para desentrañar nuestro interior, para entender qué sentimos y por qué, por qué o por quiénes estamos dispuestos a luchar". 

Hubo tiempo para la tradicional "tertulia literaria", con autores leyendo sus obras, "el gran corazón de este foro", apuntó Natalia Porta López, a cargo de la organización. Allí se sumaron Eric Nepomuceno, Mario Méndez, María Fernanda Maquieira, Micaela Chirif, Salvador Biedma, Nelvy Bustamante, Fernando López, Juan Carlos Moisés. También Dolores Reyes, que leyó un capítulo de una próxima novela en la que aparecen personajes de la premiada Cometierra. Se titulará Miseria, y se espera publicar en abril de 2023.