Alemania derrotó ayer por 1 a 0 a Chile y se coronó campeón de la Copa Confederaciones por primera vez en su historia, en un partido disputado en San Petersburgo que se decidió por un error de Marcelo Díaz que aprovechó Lars Stindl. La bicampeona de la Copa América (2015 y 2016) no pudo encadenar su tercer título por su falta de eficacia ante el arco.

Un exceso de confianza cambió todo. Marcelo Díaz se entretuvo con la pelota, Timo Werner se la arrebató y ante la salida desesperada de Claudio Bravo la tocó atrás para que Stindl la mandara al fondo de la red. Antes, el equipo de Juan Antonio Pizzi había sido un vendaval, aunque bien soportado por los defensores germanos y por el arquero Ter Stegen. 

La rejuvenecida selección de Joachim Löw, con solo tres campeones del mundo de 2014 (Joshua Kimmich, Mathias Ginter y Julian Draxler), confirmó que está  preparada para tomar el relevo de los Thomas Muller, Toni Kroos, Mesut Ozil y demás referentes. Draxler fue incluso elegido el mejor jugador  del torneo (Balón de Oro). Fue la culminación de un fin de semana ideal para el fútbol alemán, que el viernes ganó el certamen europeo sub-21 en Cracovia al vencer por 1 a 0 a España en la final.

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El orgullo

“Este equipo ha tenido un papel extraordinario en este torneo. Esta noche (por ayer) hemos luchado en cada metro del campo y lo hemos hecho muy bien. Estoy superorgulloso de ellos”, dijo Löw después de la coronación en Rusia.  Y agregó: “Al principio estábamos un poco nerviosos, pero una final tiene algo mágico. La segunda parte fue dura, los chilenos no se rindieron”. Pese a la euforia del momento, el entrenador alemán fue cauto respecto del papel que puede cumplir su selección en el Mundial del año que viene. “Para el Mundial puedo decir que cada uno de los jugadores que estuvo en esta convocatoria tiene una posición de salida mejor que antes de la Copa Confederaciones. Queríamos hacer progresar a los jugadores con esta experiencia y es algo que hemos conseguido. Pero defender un título mundial es algo más duro, más difícil”, subrayó.

La satisfacción

“El gol de ellos modificó el estado de ánimo, fortaleció al rival y disminuyó nuestra capacidad de credibilidad, a pesar de que seguimos insistiendo. La contundencia es una de las cosas más difíciles del fútbol, por eso se valora a los jugadores que meten goles. Habrá  que seguir trabajando en busca de eso”, analizó Pizzi la derrota de Chile. El técnico argentino se mostró muy satisfecho con sus jugadores. “Hicimos un gran partido, un gran esfuerzo, dominamos y llevamos a cabo lo que planificamos, protagonismo e iniciativa, generar situaciones”, concluyó.

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Stindl empuja la pelota a la red, tras el error de Díaz.