Desde Santa Fe

El interbloque del Frente de Todos solicitó ayer a la Cámara de Diputados de la provincia que expulse del cuerpo a la promotora antiderechos Amalia Granata por sus “discursos antidemocráticos y de odio”. El planteo se formalizó a poco de que la legisladora calificara como un “armado” y una “pantomima” el intento de magnicidio de la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, a quien un sicario le gatilló a centímetros de su rostro con una pistola Bersa que tenía cinco balas en su cargador, pero el proyectil no salió. El presidente de la bancada del PJ Leandro Busatto y sus colegas de Lealtad Kirchnerista, del Frente Renovador y del partido FE solicitaron una sesión especial en las próximas 48 horas –a partir del lunes- para impulsar una “cuestión de privilegio” contra Granata y luego votar su remoción del cargo. “No vamos a tolerar convivir con estos discursos antidemocráticos y de odio. Basta”, advirtió Busatto.

Granata había dicho que el atentado a Cristina era una “pantomima”. “Ya no saben qué hacer para victimizarla” y que “suba en las encuestas”. “Son demasiados obvio. Se les acaba la joda del choreo y la corrupción. Vamos Argentina que podemos salir adelante sin estos delincuentes”, acusó desde sus redes. Y después, cuando se enteró que Busatto y sus colegas del FdT pedían su expulsión de la Cámara, volvió a provocar. “Juicio político le tienen que hacer ellos y a sus dirigentes por robarse las vacunas, por hacer fiestas clandestinas y dejar a los niños sin escolaridad. ¡Son unos nefastos caraduras!”

Ya el jueves a la noche, Busatto consideró el atentado contra CFK como un retroceso de “39 años en la Argentina”, desde la restauración democrática de 1983. “Un energúmeno gatilló su arma sobre la principal líder política del país. Pero al arma la cargan los discursos de odio de un sector de la política. Todos tenemos que hacernos cargos y poner límites” a la prédica antidemocrática. ”Hay que trazar una raya: de un lado, los que tenemos valores y defendemos la democracia y del otro, los que añoran” la dictadura.

“No debe haber lugar en las instituciones de la democracia para gente que intenta erosionarla”, dijo Busatto. Y anunció que “las expresiones de Granata no merecen ser toleradas por un cuerpo parlamentario”. Por lo tanto, “vamos a pedir que se la expulse de la Cámara de Diputados”, que fue lo que ocurrió ayer. “No vamos a dejar pasar una conducta profundamente antidemocrática que agravia al cuerpo”, agregó.

El pedido de remoción de Granata lo firman los diputados y diputados del Frente de Todos, entre ellos Busatto, el presidente del Partido Justicialista Ricardo Olivera, su colega Lucila De Ponti, Luis Rubeo (del bloque del PJ), Matilde Bruera y Paola Bravo (Lealtad Kirchnerista) y Cesira Arcando (partido FE), entre otros. Se trata de una solicitud al presidente de la Cámara, Pablo Farías, para que convoque a una sesión especial la semana que viene, para impulsar una “cuestión de privilegio” contra la legisladora y votar su expulsión porque su “conducta choca de frente con los principios democráticos”. “Repudiamos la construcción política a partir del odio, la cancelación y la descalificación de los que piensan distinto”, dijo Busatto.

En una entrevista con UNO Santa Fe, Granata afirmó: "Si dicen que fue un atentado saldré a pedir las disculpas correspondientes". Y con respecto a la posibilidad de expulsarla del cuerpo dijo que "eso no se puede hacer" porque "estaría como censurando mi pensamiento y postura, cuando no es ninguna incitación al odio o la violencia mis dichos", según ella.

“Creemos que la Cámara debe tener una gesto ejemplar que permita sentar un antecedente democrático que fortalezca las instituciones”. Expulsar a Granata significaría eso. “Ratificar claramente que en las instituciones de la democracia no hay lugar para los violentos y los que desconocen el estado de derecho”.

-¿Tienen el apoyo de otros bloques? –le preguntaron

-Hablamos con varios legisladores. Tenemos el apoyo de ellos. Es un debate que la Legislatura debe darse. Parece que algunos no advierten la gravedad de lo que sucedió en la Argentina. El jueves, intentaron volar la cabeza de la vicepresidenta de la Nación, es una tentativa de magnicidio. Es el peor hecho en los últimos 39 años, desde 1983.-Basta de los discursos plagados de odio –respondió Busatto.

-¿Cuándo podría ser esa sesión especial?

-Pedimos que se la convoque en las próximas 48 horas, a partir del lunes. Necesitamos el voto de una mayoría especial para tratar la cuestión de privilegio y la remoción. Si tenemos o no los votos es circunstancial. Lo que no podemos hacer es permitir este intento de socavar el estado de derecho -concluyó.