El exabogado de Milagro Sala, Alberto Bellido, imputado junto a la referente de la Tupac Amaru por el supuesto robo y destrucción de un expediente, denunció esta semana que recibió extorsiones y le ofrecieron un soborno por parte del Ministerio Público de la Acusación (MPA) para declarar en contra de la dirigente social en otra de las causas en las que está implicada en la provincia.

El imputado reveló un intento de extorsión del titular del MPA, Sergio Lello, quien le habría ofrecido “aliviar” su situación judicial si relataba supuestos envíos de dinero a Buenos Aires por parte de la Organización Tupac Amaru. Por este motivo, en la última audiencia recusó a los dicales y le reclamó al gobernador Gerardo Morales que le pida su renuncia.

Consultado por AM750, el actual abogado de Sala, Marcos Aldazábal, comentó que lo que se ve en los juicios es “una historia de nunca acabar”. “En las últimas semanas están saliendo a la luz muchas cosas de persecuciones para que declaren contra Milagro. Especialmente en este juicio que se está llevando a cabo”, explicó.

“Lo primero que pasó fue hace dos semanas cuando un testigo dijo que le ofrecieron un cargo para declarar contra Milagro. Ahora Bellido contó cómo le ofrecieron un acuerdo. Los dos testigos declararon esto en el juicio. Lo denuncian en el juicio. El primero cuando le preguntaron los fiscales dijo que lo que sabe es que le ofrecieron cosas para declarar contra Milagro” relató.

Y continuó: “En esta nueva cuentan que lo llamaron a una reunión con el jefe de fiscales y le dieron un escrito para presentar. A cambio de eso, él tenía que declarar contra Milagro. Además, era una forma de callar al testigo anterior. También lo llamativo fue que en la audiencia mostró los mensajes del fiscal que le decía que presente el escrito. Y una serie de llamadas que recibió del ministerio público fiscal, entre ellos uno del hijo de un Juez de la Corte Suprema de la provincia”.

Lamentablemente, estamos en la justicia de Jujuy. Cuando presentamos la recusación nos rechazaron todas. El fiscal dijo que es falta de ética que el imputado revele conversaciones privadas. El tribunal termina rechazando los planteos y termina retando a los abogados diciendo que no podemos hacer este tipo de acusaciones”, se lamentó Aldazábal.

El primer testigo que denunció el armado judicial, que al momento de los hechos denunciados era el empleado de mesa de entradas, declaró ante el tribunal oral que fue presionado también por Lello para que “declare bien” en el caso. 

“Declarar bien” significaba, según el mensaje que recibió, comprometer a Bellido. A cambio le devolverían el trabajo, de donde lo echaron a hace algo más de tres años, y le darían los sueldos no percibidos todo este tiempo. El hombre se llama José Luis Ruiz y hoy vive en situación de indigencia.