En el Día del Maestro Boca hizo mejor los deberes. Ganó sin alcanzar un rendimiento sobresaliente, pero tuvo o mucha actitud y entrega y embocó un cabezazo que le permitió aprobar el examen. River, confundido, estuvo muy lejos de su mejor versión y reprobó. 

Matemática. Boca llego tres o cuatro veces y acertó una. Tuvo el 55 por ciento la pelota en el primer tiempo y la regaló después del gol de Benedetto. River tuvo una sola situación clara de gol: un cabezazo de Mammana al comienzo del partido. En el balance general, estuvo muy lejos de sus números habituales de triangulación, pared, toque y llegada franca.

Geografia. River de sur a norte jugó con línea de cinco en el fondo, tres en el medio y dos arriba. En el fondo Díaz, Mamanna, Pinola y abiertos Herrera a la derecha y Casco a la izquierda. Casco subió más, Herrera tiró pelotazos varios desde la posición de 4 adelantado. Juanfer Quintero tenía la misión de conectar el mediocampo con Suárez y Solari, pero encontró un terreno lleno de accidentes y Rossi le quedó a kilómetros de distancia. Del otro lado, todo sencillito. Un esquemas 4-4-2, con Varela como dique de contención, Payero al este y Pol Fernández al oeste, y Ramírez intentando sorprender por el meridiano. Armani también le quedaba lejos como referencia, hasta que llegó el gol en el segundo tiempo. 

Artes plásticas. Un diez para el colorido de la bombonera. Globos y bengalas al comienzo, humo de colores y luces de celulares en el festejo final. Observaciones.

Música. Sonó todo el repertorio. Lo usual cuando uno de los dos gana el Superclásico.

Conducta. Muy mal los dos. Seis amarillas y una roja directa en Boca y 5 amarillas en River. El peor del colegio fue Rojo, expulsado por una patada descalificadora en la cabeza a De la Cruz. El mejor fue Rossi que se preocupó por Aliendro cuando lo sacaban en el carrito.

Inasistencias. La de Villa fue la más notoria. Las de Solari y Suárez, tocados, también. Estuvieron en la cancha, pero no se los vio. Lo mismo Juanfer Quintero.

Lengua. Hábil Ibarra cuando le preguntaron que pensaba de lo que había dicho el viernes el Muñeco Gallardo respecto de que River siempre de sentía cómodo en la Bombonera, respondió: "Sólo puedo decir que nosotros nos sentimos cómodos". Gallardo, reprobado. Volvió a enojarse con la prensa ante una pregunta sobre plan fallido de jugar con línea de 5. 

Observaciones. El partido podía haber sido para cualquiera de los dos. Fue para Boca y no esta mal porque el equipo de Ibarra lo jugó como una final y supo aguantar las embestidas de River tras el gol de Benedetto. River, con un planteo supuestamente novedoso, regaló un tiempo y nunca le encontró la vuelta al juego.

¿Es decisivo para Boca el peso anímico de la victoria? No. Importante sí, porque quedó a un paso de la punta de la Liga Profesional. Pero decisivo, no. En el campeonato anterior Boca le gano a River y empató los tres partidos siguientes, mientras quie River ganó sus tres partidos.