Desde Santiago

A seis meses de que asumió el gobierno progresista de Gabriel Boric y a dos semanas del rechazo de la nueva constitución por casi un 70% de los chilenos, ya hay al menos cierta “hoja de ruta” de cómo continuará el proceso constituyente, donde prácticamente todos los partidos manifestaron —incluso antes del plebiscito— que era necesaria una nueva Carta Magna que reemplazara la de 1980 aún vigente.

Aunque los compromisos son básicos, ya está quedando claro que los chilenos deberán concurrir nuevamente a las urnas, posiblemente en el primer semestre de 2023 para retomar el proceso.

Estos acuerdos surgieron tras celebrarse el lunes, en el ex Congreso Nacional, el mismo lugar donde funcionó la extinta convención constituyente, una segunda reunión entre los representantes de los partidos donde básicamente se anunciaron las siguientes novedades: la nueva constitución será escrita por un órgano elegido democráticamente y con paridad de género. A ellos se sumará un comité de expertos cuya formación y elección se verá en el transcurso de las siguientes reuniones.

Finalmente, habrá un nuevo plebiscito de salida, de carácter obligatorio donde la ciudadanía deberá ratificar el texto. La posibilidad del que se rechace y siga la Constitución de Augusto Pinochet, nuevamente y tal como ocurrió con el anterior proceso, no ha sido mencionada, aunque es perfectamente posible.

El oficialismo apoya

“Quiero destacar el primer acuerdo de la conversación de esta mañana, que es la voluntad de continuar con el proceso constituyente”, señaló el presidente del Senado, el socialista Álvaro Elizalde. Aunque su partido apoyó la opción del “Apruebo”, el tono podría de calificarse de “tibio” y es entendible: la constitución rechazada contemplaba el fin del senado que sería reemplazado por una “Cámara de las regiones” con menos atribuciones.

Ahora con todo el poder de vuelta, el dirigente señaló que “Ha habido un acuerdo para que la nueva Constitución sea elaborada por un órgano elegido en su totalidad por la ciudadanía, 100% elegido, democráticamente, de manera tal de preservar un principio básico de este proceso: que sean las ciudadanas y ciudadanos los protagonistas del proceso constituyente”.

La vocera Camila Vallejo también dio el visto bueno al proceso señalando que “la suma de voluntades de los distintos partidos ha logrado encauzar democráticamente este nuevo proceso constituyente que tendrá un órgano electo, con independientes, pueblos originarios, paritario y con apoyo de expertas y expertos”

Entre medio ha habido ideas y apoyos, como por ejemplo, aprovechar el proyecto de nueva constitución que se elaboró durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet a partir de cabildos ciudadanos, el ex presidente Ricardo Lagos se ofreció a ayudar a la redacción y cada partido está trabajando en sus propios documentos, en lo que se vaticina un giro más “político” al proceso constituyente.

La derecha dilata

Sin embargo, la derecha, claramente envalentonada por lo que ellos interpretan como un “triunfo” electoral —aunque no necesariamente los votos del “Rechazo” eran de apoyó a la coalición—  le puso paños fríos a estas declaraciones y temáticas como la elección de constituyentes.

A pesar que los timoneles de la UDI, Javier Macaya y Renovación Nacional (RN), Francisco Chahuán, apoyaron las declaraciones de Elizalde, la duda fue manifestada por Andrés Longton, de RN, quien aseguró que no hay nada claro y esto recién está comenzando. “Dimos lineamientos generales, estamos en inicio de las conversaciones y después del 18 podemos tener alguna certeza de cómo continuar”.

En efecto, aunque se viene una nueva reunión para este jueves, esa misma tarde ya empieza el largo feriado de Fiestas Patrias, que en Chile no sólo suspende las actividades laborales, sino también el ciclo político.