Después de varias idas y vueltas, de negociaciones fallidas y sesiones que cayeron a último momento, el Frente de Todos se prepara para aprobar este jueves en el Senado la ampliación de la Corte Suprema de Justicia. Para sortear las trabas que, hasta ahora, le habían impedido llevar la reforma al recinto, el oficialismo le realizará una modificación clave al proyecto dictaminado: en vez de llevar el número a 25 supremos, lo llevará a 15. Gracias a este cambio, el oficialismo logró anotarse el acompañamiento de Adolfo Rodríguez Saá y Alberto Weretilneck, dos de los votos que necesitaba sí o sí para alcanzar la mayoría. La sesión en el Senado, que comenzará 14.30, será también la primera que encabezará Cristina Fernández de Kirchner luego de su intento de asesinato. Juntos por el Cambio, que se había negado a participar de la última sesión de repudio al atentado contra la vicepresidenta, manifestó su rechazo a "los intentos de atacar la Justicia" y anticipó que no daría quórum.

Tras varias semanas de sondeos internos, los números para ampliar la composición de la Corte Suprema estarían casi asegurados. O al menos eso repiten desde las filas del oficialismo, que ayer a la tarde oficializaron su confianza enviando una convocatoria para tratar este jueves el proyecto de reforma del Máximo Tribunal. La iniciativa, que fue dictaminada hace más de tres meses, sostiene ampliar de 5 - aunque este jueves, con la vacante de Elena Highton, son solo 4 los jueces - a 25 el número de supremos, de modo que pudiera haber un juez o jueza por cada provincia más uno designado por el Poder Ejecutivo. El proyecto había sido impulsado por la "liga de gobernadores", quienes se involucraron en la batalla política del Gobierno con la Corte Suprema (luego del desembarco de Horacio Rosatti en el Consejo de la Magistratura) en el contexto de la disputa entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires por la coparticipación. Se había intentado aprobar ya en dos ocasiones previas, sin embargo la resistencia del oficialista Adolfo Rodríguez Saá y el rionegrino Alberto Weretilneck hizo que ambas sesiones se cayeran antes de que pudieran ser convocadas.

La decisión de introducir algunas modificaciones, sin embargo, logró destrabar el debate. Si bien se terminará de oficializar en el recinto, el objetivo del FdT es llevar a 15 el número de integrantes de la Corte Suprema. La composición - similar a un proyecto que ya había presentado antes la senadora Silvia Sapag - se acerca más al número que habían propuesto originalmente en sus propios textos Rodríguez Saá (que tenía una iniciativa de 9 integrantes) y Weretilneck (que tenía una de 16 integrantes), con lo que se consiguió sumar sus apoyos. El proyecto final a tratar solo constará de un artículo que establece la composición de 15 integrantes y la paridad de género, de modo de evitar denuncias de inconstitucionalidad. El objetivo, de todos modos, es que el presidente Alberto Fernández emita después un decreto que reglamente la reforma de la Corte, estableciendo ahí los métodos de selección de los magistrados. Si bien no aparecerá en el texto de este jueves, la promesa del oficialismo a Weretilneck es que el decreto presidencial establecerá un criterio de regionalización para la elección de los postulantes (un punto que el rionegrino había establecido en su proyecto).

Con 35 senadores propios, el FdT necesita siempre de dos más para alcanzar la mayoría. Si bien el oficialismo no suele tener problemas para alcanzar ese número gracias al usual acompañamiento de aliados como Weretilneck y Magdalena Solari Quintana, la resistencia original del rionegrino y de Rodríguez Saá, así como las varias bajas por problemas de salud que el oficialismo ha tenido en su propio interbloque, habían oscurecido el panorama. Seducidos Weretilneck y Rodríguez Saá, el FdT calcula que, más allá de alguna posible ausencia, podrá alcanzar el quórum de 37 con el apoyo de la otra aliada habitual del FdT: la riojana Clara Vega. Los números, sin embargo, serán ajustados y el oficialismo no respirará tranquilo hasta ver a les 37 senadores en sus bancas.

Rechazo opositor

La dificultad para convocar la sesión se debía, además, al rechazo tajante que Juntos por el Cambio expresó al proyecto desde un principio. Anoticiados de la decisión del oficialismo de avanzar con la reforma de la Corte, la coalición opositora anticipó que no daría quórum y publicó un comunicado denunciando un "ataque a la Justicia". "No hay manera de construir consensos en la dirigencia política que este jueves reclama la sociedad, si desde el propio Gobierno se alienta una agenda que nada tiene que ver con resolver la inflación, disminuir la pobreza, terminar con la inseguridad", apuntaron desde JxC. Más allá de las críticas, más de un legislador opositor hace cuentas y sabe que la posibilidades de que la reforma de la Corte Suprema se apruebe después en la Cámara de Diputados son lejanas.

Consultas Populares

Mientras les senadores del FdT terminaban de definir los detalles para la sesión del jueves, la comisión de Asuntos Constitucionales dictaminó dos proyectos de consulta popular que un sector del kirchnerismo venía impulsando hace meses. "Es un avance importante en aras de mejorar el funcionamiento de la democracia", destacó Oscar Parrilli, autor de una de las iniciativas que, entre otras cosas, permite que la convocatoria a una consulta popular se pueda hacer en una sesión con el acompañamiento de una mayoría simple (actualmente debe ser por mayoría especial, es decir los dos tercios). El otro proyecto, de Juliana Di Tullio, establece que la consulta puede llevarse a cabo en la misma fecha en la que se realiza una elección (hoy prohibido).