Este miércoles a las 14 horas, frente al Riachuelo, desde donde hace 20 años la policía obligó a tirarse a Ezequiel Demonty, se congregó un grupo de personas para recordar al joven y seguir militando contra la violencia institucional. David Demonty, que hoy tiene 19 años, la misma edad que tenía su papá cuando murió asesinado por la policía, estuvo presente y participó por primera vez como orador en el acto.

Todos se estaban yendo detrás de Dolly Sigampa, cuando una señora lo vio mirando fijo la señalización que se acababa de destapar, “Demonty chico, ¿te sacaste una foto? parate que te saco”. David, tímido, se sentó frente al cartel, que ahora tiene el nombre de su papá y sonrió para la foto.

En el 2015 el puente fue renombrado “Ezequiel Demonty”, pero recién hoy se colocó la señalización que lleva inscripto el nombre del joven. En el lugar, también esperaba una grúa para quitar por la noche la placa con el nombre del ex presidente.

Hubo diversas muestras de afecto hacia Ezequiel: se colgó un pasacalles, que se podía ver desde el costado del Riachuelo, donde yacía una balsa llena de flores, que minutos más tarde sería arrojada como cada año al agua; unos jóvenes pintaron un mural con su cara en la madrugada. La concentración fue en el cruce de la avenida 27 de Febrero y Agustín de Vedia en Nueva Pompeya, como cada 21 de septiembre.

Imagen: Guadalupe Lombardo.

La principal oradora fue Dolly, la mamá de Ezequiel, quien expresó: “Ezequiel ya no es más mío, ni de las madres, es de los jóvenes y de la militancia. Es de todos los que  tomaron a Ezequiel como bandera por la lucha contra la violencia institucional”. Después hablaron la diputada Paula Penacca; las legisladoras Lorena Pokoik, Maria Bielli, Berenice Iañez, Juan Modarelli; los diputados Lucía Cámpora, Javier Andrade y los comuneros.

Al fondo estaba Emanuel Demonty, hermano menor de Ezequiel, que ya lleva más años extrañando a su hermano que los que compartieron juntos. “Ahora lo llevamos bien, pero los primeros años fueron muy difíciles. Me hablaban y me quebraba. Hoy lo que puedo llegar a decir de él es que se lo extraña en la casa, siempre se lo escuchaba tocando la guitarra, escribiendo letras, perfumándose para salir a la iglesia, toda su rutina se extraña”, contó emocionado a este diario.

Adelante de todo estaban en ronda los oradores y para terminar se fueron acercando los familiares. La mamá de David, que al momento del hecho estaba embarazada dijo “Siento un gran orgullo David de que hayas tomado la palabra por primera vez, porque demostrás que esta lucha no solo es de las madres y las abuelas”. Y añadió “la violencia institucional ya no es contra nuestros pibes y pibas de los barrios, sino que también implica que un montón de loquitos sueltos y organizados se sientan con la impunidad de salir a matar a otros. Necesitamos la democracia como piso para poder discutir la violencia institucional”.

El momento más emocionante fue cuando las Madres en Lucha se pusieron junto a Dolly, y en representación de todas ellas habló Miriam Medina, la mamá de Sebastián Bordón, quien contó que la semana pasada le escribieron a su hijo en la placa que lleva su nombre “comunista, narco y socialista”. “Queremos que actúen, que cambien las fuerzas de seguridad, no podemos tener una justicia atornillada que no hace nada”, sostuvo con entereza la mujer.

Al finalizar se repartieron flores a los presentes para arrojarlas al Riachuelo. David, visiblemente emocionado, acompañado por su mamá, fue a dejar la suya y al terminar estaba su abuela detrás que lo abrazó orgullosa.

El domingo 25 habrá un festival de cumbia y trap en Piedra Buena 3211, Ciudad Oculta, para continuar recordando a Ezequiel Demonty y para que, como dice su mamá: “Nunca más, sea nunca más”.

Informe: Mercedes Chamli.