En la última jornada de su alegato, Carlos Beraldi, el defensor de Cristina Kirchner, finalizó su tarea de una manera contundente: "acá no hay dos alternativas justicia o corrupción. Hay una sola alternavia: justicia. Y justicia es la absolución de Cristina Kirchner". Pero antes, continuó con el mismo método: puso en pantalla las acusaciones de los fiscales y de inmediato la forma categórica en que los testigos desmintieron esas afirmaciones. Por ejemplo, sobre el atraso de las obras, hasta el primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra, sostuvo que eran habituales. Pero incluso Beraldi exhibió una planilla en la que quedó claro que de las obras de Iecsa, la empresa de Calcaterra, más de la mitad registraban atrasos. Durante el gobierno de Cambiemos, se contrató una consultora, Consulbaires, que dictaminó que “los terraplenes construidos son superiores a los proyectos originales”. O el testigo, auditor, Justo Pastor Romero que reiteró que la diferencia entre lo construido y lo pagado fue de apenas el 0,006 por ciento. “¿Cómo puede haber defraudación si no se pagó nada que no se hubiera hecho? La fiscalía no fue a ver las obras, no aportó una foto, una prueba de que algo no se hubiera construido”, razonó Beraldi.

En el último tramo de su alegato, el letrado refutó también a los fiscales que, en su momento, cerraron su exposición señalando que “el lawfare no existe. Es un marketing de los que no pueden refutar las acusaciones”. Hasta mencionaron al papa Francisco. Beraldi puso en pantalla al mismo Papa. “Se verifica periódicamente que se ha recurrido a imputaciones falsas contra dirigentes políticos, promovidas concertadamente por medios de comunicación, adversarios y órganos judiciales colonizados. De este modo, con las herramientas propias del lawfare,se instrumentaliza la siempre necesaria lucha contra la corrupción con el único fin de combatir gobiernos que no son del agrado, retacear derechos sociales y beneficiar a quienes aspirar a ejercer liderazgos autoritarios”. Su Santidad, diciendo lo contrario de lo que habían invocado Luciani-Mola. 

Beraldi finalizó enumerando todas las maniobras realizadas contra CFK incluyendo aquel día en que la convocaron a ocho indagatorias. "Eso fue lawfare. Y la acusación de los fiscales en este juicio, también. No pidieron pruebas, se opusieron a las preguntas, nunca quisieron saber la verdad".