La extrema derecha conquistó este domingo la tercera economía de la Unión Europea con la histórica victoria del partido de Giorgia Meloni en las elecciones legislativas de Italia. La formación posfascista superó ampliamente a sus aliados de extrema derecha de La Liga de Matteo Salvini y Forza Italia del magnate conservador Silvio Berlusconi. La jornada electoral se desarrolló sin incidentes aunque dejó algunas imágenes que dieron que hablar en la larga espera de los resultados. A pesar de que bajó la afluencia en las urnas se vieron largas filas en los colegios electorales, pero el problema en esta ocasión parece haber sido el llamado cupón "antifraude".

Berlusconi no quiso cantar "Bella, Ciao"

El eurodiputado y candidato a senador Silvio Berlusconi fue uno de los líderes más locuaces de la jornada luego de votar en su Milán natal. El propietario del club Monza rechazó la invitación de un programa de televisión para cantar "Bella, Ciao", una canción popular adoptada como un himno de la resistencia antifascista. Berlusconi dijo que se trataba de "una bella canción" pero "luego fue usada por la izquierda".

El jefe político de Fuerza Italia cerró su mediática gira electoral matutina con una metáfora desde un bar milanés: "Superaremos el diez por ciento y yo voy a estar en la cancha para ser el director técnico del nuevo gobierno", que espera formar con sus aliados Giorgia Meloni de Hermanos de Italia y Matteo Salvini de la Liga. El pronóstico sin embargo le falló, porque Berlusconi reunía entre el seis y el ocho por ciento de los votos, lo que le daba un cómodo tercer puesto entre las tres listas de extrema derecha.

"¿Es él o es una máscara?"

El escritor Corrado Stajano, de 92 años, se encontró sorpresivamente con Berlusconi en el colegio electoral al que le tocaba ir a votar. El presidente de Forza Italia estaba en la cola, esperando su turno, junto a su pareja Marta Fascina. 

Mientras intentaba salir y hacerse un hueco entre la multitud de guardaespaldas que rodeaban al expremier, Stajano se preguntó contrariado: "¿Pero es él o es una máscara?". El comentario fue captado por las cámaras y los periodistas que estaban allí cubriendo el voto de Berlusconi.

 ¿Dónde está Meloni?

Mientras todos esperaban en el colegio Vittorio Bachelet de la periferia de Roma la llegada de la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, la ultraderechista retrasaba su aparición al final de la jornada y colgaba en su redes sociales un video en el que aparecía con dos melones a la altura de su pecho para jugar con su apellido (melones en español). Y sonriendo a la cámara y guiñando un ojo afirmaba: "25 de septiembre. He dicho todo"

El rápido saludo de Orban

Cuando apenas se conocían los primeros sondeos a boca de urna, Meloni recibió las felicitaciones del primer ministro húngaro, el ultraderechista Viktor Orban. "En estos tiempos difíciles, necesitamos más que nunca amigos que compartan una visión y un enfoque comunes de los desafíos de Europa", aseguró en redes sociales el vocero de Orban, agradeciendo en el mismo saludo a Salvini y a Berlusconi por el desempeño en los comicios.

Son varios los puntos que unen a Meloni con Orban. La candidata de Hermanos de Italia critica lo que ella llama "el lobby LGBT" y "la violencia del Islam". En campaña también prometió detener a las decenas de miles de inmigrantes que llegan a las costas de Italia cada año, una posición que comparte con Salvini, quien actualmente está siendo juzgado por bloquear buques de rescate cuando era ministro del Interior en 2019.

El español Santiago Abascal, líder del ultraconservador Vox, también saludó a Meloni al asegurar: "Ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas, capaces de cooperar para la seguridad y la prosperidad de todos". "Mis felicitaciones a Giorgia Meloni y al pueblo italiano", escribió por su parte el ultraderechista francés Eric Zemmour, quien agregó: "Esta victoria es la prueba de que llegar al poder es posible".

Contra las fake news 

Los comicios de este domingo representaron el estreno de unos convenios firmados con las principales redes sociales para prevenir la aparición de fake news en el ámbito electoral. Con el objetivo de "favorecer el acceso a la información verificada", el ministerio del Interior italiano firmó antes de las elecciones acuerdos con Twitter y con Meta, la empresa estadounidense responsable de Facebook e Instagram.

Largas filas por el voto antifraude

Las boletas en las que los italianos eligieron 400 diputados y 200 senadores incorporaron el llamado "troquelado antifraude", un pequeño fragmento de papel dotado de un código alfanumérico. Una vez que el ciudadano emitía su voto, el presidente de la mesa lo recortaba para comprobar que el código de la boleta entregada fuera el mismo que entregaron las autoridades. Recién después de ese chequeo, el voto iba a la urna.

El sistema, destacado por las autoridades para evitar trampas, provocó desde primera hora varias demoras en los centros de votación de todo el país. Otra característica del voto italiano fue que estuvo prohibido entrar a votar con el teléfono celular, lo que vació las redes de las tradicionales selfies que sí se ven en otros países a la hora de emitir el sufragio.