Las principales cadenas agrícolas invertirán 25.600 millones de dólares para la campaña 2022/2023, 5 mil millones más de lo previsto por el Gobierno en un principio. La suba de las cotizaciones internacionales de granos y oleaginosas impulsa al sector. El record de ventas de maquinaria agrícola en lo que va del año refleja esa bonanza. Sin embargo, los niveles de evasión entre los productores son elevados. La AFIP incautó este jueves otras 4600 toneladas de granos en distintos operativos por no contar con la documentación respaldatoria.

El valor de la mercadería incautada se estimó en 162 millones de pesos, según informó el organismo. La implementación de las cartas de porte electrónicas y los controles satelitales sobre campos que empezó a aplicar la AFIP este año permitieron detectar fuertes incumplimientos por parte de productores.

En cuanto a la nueva campaña agrícola, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó una producción de granos de 127,7 millones para 2022/23, con un área sembrada de 34,5 millones de hectáreas. Las proyecciones fueron anunciadas en el lanzamiento de la campaña gruesa y representan una caída del 1,6 y 0,1 por ciento en relación con la campaña 2021/22.

El economista jefe de la Bolsa, Agustín Tejeda Rodríguez, señaló que la inversión prevista alcanza a 25.600 millones de dólares. Esa proyección supera a la anunciada por el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, quien había estimado en 20.000 millones.

Tejeda también anunció que en 2022 la liquidación de divisas del sector agroexportador podría llegar a "un nuevo récord", y que los números provisorios de los primeros nueve meses son de 31.697 millones de dólares. 

Sobre ese último monto, aclaró que "pesa el Programa de Incremento Exportador (PIE)" que representó liquidaciones en septiembre de aproximadamente "6.000 millones de dólares", de los que se estima que "parte corresponden a adelantos de los próximos meses".

En una síntesis del aporte que el sector agroindustrial realizará a la economía argentina en 2023, Tejeda señaló que además de las 127,7 millones de toneladas producidas se prevé un consumo doméstico de 75,8 millones de toneladas, exportaciones por 40.900 millones (9 por ciento menos que este año) y recaudación por 17.515 millones (-9,1).

"Menores cantidades y precios más bajos determinan una menor contribución", apuntó, para agregar que "la única variable que crecería es la inversión, con 25.600 millones de dólares, un 6 por ciento más que en 2022, traccionada especialmente por los gastos en insumos, que aumentarán un 32 por ciento por el alza de los precios internacionales". 

El secretario Bahillo destacó "la decisión de los productores de invertir a pesar de las adversidades que representan la sequía y las consecuencias en los mercados de energía y de alimentos de la guerra entre Rusia y Ucrania". Luego de reseñar los efectos del conflicto bélico en cuanto a la incertidumbre que "perjudica notablemente la calidad de vida y los costos de producción", el funcionario puntualizó que a los productores "les toca la responsabilidad de invertir fuertemente en la siembra y la cosecha gruesa".

"A eso tenemos que sumarle el escenario complejo de la sequía", indicó, para agregar: "venimos con dos años de estrés hídrico importante y el panorama en el corto y mediano plazo no es muy favorable", advirtió.