El Encuentro Plurinacional es un hito que en nuestro país reúne a mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, no binaries e intersexuales hace treinta y cinco años. Viene siendo el ámbito por excelencia en el cual se construye una agenda de la ampliación de los derechos del género y de la diversidad.

Como trabajadoras de la educación organizadas sindicalmente, creemos fundamental aportar al debate del feminismo con todo aquello que traemos en nuestra mochila: las peleas históricas por valorizar nuestro trabajo; por construir una identidad como trabajadoras; por la lucha para mejorar las condiciones en las que ejercemos nuestro trabajo, que en definitiva son las mismas condiciones de enseñar y aprender de las niñeces; así como también la disputa de sentidos respecto de los contenidos que se transmiten en la escuela como es la Educación Sexual Integral.

Así como desde el feminismo no sólo nos movilizamos para defender nuestros derechos conquistados por años de lucha y para exigir los que nos faltan, como docentes también tenemos que seguir organizades sindicalmente para exigir que no se sigan destruyendo nuestras condiciones de trabajo y nuestro salario en la ciudad. Hoy, salimos a denunciar también que el Gobierno de la Ciudad de Juntos por el Cambio pretende ampliar la jornada de trabajo a los días sábado sin ningún tipo de respeto por nuestras decisiones, privándonos de la formación en servicio y a la vez provocando una desorganización familiar que nadie nos va a solucionar. Les docentes tenemos hijes, ¿quiénes se harán cargo de elles mientras estemos en las EMI?

A su vez, creemos que el feminismo durante todos estos años ha aportado mucho a que las transformaciones permeen las paredes de la escuela. A que les estudiantes reconozcan como propia la bandera de la ESI y modifiquen el mundo de sentidos en el que se interpreta lo dado. Creemos que aún falta mucho para que el feminismo transforme de la misma manera las organizaciones sindicales, y creemos tener una responsabilidad en ello.

Como trabajadoras creemos que no solo es necesaria la democratización de nuestras organizaciones sindicales sino que es indispensable y urgente la participación real de las mujeres y disidencias en todos los órganos de conducción. No nos conformamos con la paridad en un gremio en el que las mujeres y disidencias somos más del 75%. Además, queremos ocupar los cargos de mayor responsabilidad dentro de nuestro sindicato, no nos conformamos más con las secretarías y lugares en las que no se define la centralidad de la política sindical y a las que siempre nos destinan los varones.

Nos comprendemos como feminismo popular porque somos parte de las luchas históricas de nuestro pueblo por la independencia definitiva, por la soberanía, por la felicidad y el buen vivir. Porque entendemos que nuestra lucha se enhebra en las luchas históricas del movimiento obrero, que es el motor de la historia.

Seguimos exigiendo la libertad de Milagro Sala y las presas políticas por organizarse y luchar. Condenamos el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y la persecución judicial de la que es objeto, así como repudiamos los discursos de odio que solo generan violencia. Necesitamos una reforma judicial feminista para que los abusos y las violencias no sean impunes. Reivindicamos las luchas de estudiantes y trabajadores que, a pesar del recrudecimiento de la derecha con ataques y persecuciones, han dado muestra de la importancia de la organización en la conquista de mejores condiciones de vida.

Sabemos el difícil momento social y político que atravesamos como pueblo producto de los altos índices de inflación y del endeudamiento feroz que el proyecto político neoliberal de Cambiemos nos dejó, y que se traduce hoy en un nuevo ajuste que repercute especialmente sobre mujeres y disidencias. A todo ello le decimos Nunca más. Pondremos todos nuestros esfuerzos para construir un destino de justicia y felicidad para todas, todos y todes.

Carolina Brandariz (Colectivo transfeminista UTE), Renata Manzano (El deborde educativo), Luz Aguilar (Agrupación Granate UTE) y Alicia García Tuñón (Colectivo transfeminista UTE).