Un informe del Observatorio de Costos de la Salud de la Unión Argentina de Salud (UAS) detectó incrementos de hasta 50 por ciento en medicamentos durante el segundo cuatrimestre del año; esa magnitud duplica al aumento de la inflación general que fue del 25,8 por ciento en igual período. La entidad que nuclea a las empresas de la medicina prepaga alertó por el impacto económico que tiene en el sistema de salud privado el costo de los medicamentos, que en algunos casos representan sumas millonarias según el tratamiento.

El valor de ciertos insumos sufrió una notable aceleración respecto de los registros del primer cuatrimestre. Desde la UAS calificaron dichos aumentos como “alarmantes”, registraron picos en los insumos importados (como sueros y productos de contraste) que subieron 32 por ciento en el período mayo-agosto versus 14 entre los meses de enero y abril.

También destacaron el incremento promedio del 32 por ciento en los medicamentos de altos costos usados para patologías menos frecuentes, en el segundo cuatrimestre del año, mientras en los primeros cuatro meses los valores habían crecido un 18,5 por ciento (en línea con la inflación). Fuentes del sector advirtieron sobre la incidencia que tienen dichas drogas sobre los gastos totales en medicamentos del sistema de salud: actualmente equivalentes al 62 por ciento del total.

Algunos ejemplos mencionados por el informe son la medicación para el cáncer Herceptín (con valor de unos 280.000 pesos); la droga Genvoya para el VIH (121.000 pesos) y la Hemlibra para hemofilia (que ya supera los 3 millones de pesos), entre otras.

Es verdad que el costo de muchos medicamentos traídos por laboratorios extranjeros al país está atado al precio del dólar oficial, pero aun así esta cotización anotó una suba del 16,4 por ciento en el segundo trimestre del año respecto del inmediamente anterior. Es decir que los fármacos se fueron aun más lejos.

Los aumentos que vienen en prepagas

A partir del mes de junio de este año, la Superintendencia de Servicios de Salud dependiente del ministerio análogo, implementó un sistema de actualización bimestral de las cuotas de la medicina prepaga basado en el comportamiento del Índice de Costos de Salud (ICS) especialmente confeccionado. De acuerdo a dicho índice, los gastos del sector privado de salud se componen conforme esta estructura: 52,4 por ciento en recursos humanos; 18,2 son otros insumos y gastos generales; 17,2 responde a insumos médicos y 12,2 a medicamentos.

A partir de allí la Superintendencia calculó una variación del ICS del 11,34 por ciento en su debut en junio, que fue aplicable en las cuotas de agosto, y un aumento del 11,53 en dicho mes que será aplicable a partir de octubre. Esas dos subas se ubican entre las mayores registradas desde la entrada en vigencia de la Ley 26.682 del año 2011 que regula a la medicina prepaga; solo superadas por los aumentos autorizados en los meses de diciembre de 2019 (12 por ciento) y junio de 2016 (15 por ciento). 

El ICS volverá a calcularse a fines de este mes y luego las empresas tienen 30 días para informar a sus clientes sobre el aumento resultante, que verán reflejado en sus cuotas de diciembre.

El rubro Salud y la inflación general

Con datos de INDEC, la comparación entre la evolución del rubro de Salud y el índice de precios al consumidor general (IPC) con el que se mide la inflación arroja un comportamiento bastante cercano: el primero creció un 55,3 en los primeros ocho meses del año mientras el IPC subió 56,4. Lo mismo ocurrió en el año 2021, gracias a la regulación de los aumentos del sistema prepago que no obstante ciñen el bolsillo de los y las trabajadoras.

Los datos desagregados a nivel regional muestran una discrepancia entre los componentes del rubro de Salud: mientras los productos medicinales y equipos de salud subieron 53 por ciento en los primeros ocho meses del año, el gasto en prepagas aumentó 68 por ciento, en la región del gran Buenos Aires. La fuerte inercia es a la vez compensada y sostenida por la regulación estatal.