El ex entrenador de la Selección de Perú Ricardo Gareca gana terreno en la carrera para ser el próximo técnico de Independiente, aunque Julio César Falcioni remarcó que tiene contrato hasta julio de 2023 y apuntó contra la nueva dirigencia encabezada por el presidente electo, Fabián Doman.

Falcioni no es del gusto de la agrupación que ganó las elecciones del último domingo y, si bien el equipo venía en levantada, la derrota del miércoles ante Central Córdoba de Santiago del Estero en Avellaneda aceleró la búsqueda de un reemplazante para fin de año. En ese contexto, Gareca es el elegido para comandar el equipo en 2023 y tener una segunda etapa en Independiente.

A poco de haber ganado las elecciones, el nuevo presidente Fabián Doman señaló que no bien asuma su cargo la próxima semana se sentará "a charlar con Falcioni para ver si está de acuerdo con la filosofía del club. Julio no es de nuestro gusto futbolístico, no lo hubiésemos ido a buscar, pero es una muy buena persona, es un caballero. Tenemos que charlar con él, escucharlo. Suponemos que existe un contrato, pero no sabemos si le pagan, si cobra o no...", dijo el conductor televisivo.

"¿Mi continuidad? Estoy tranquilo por lo que hago. Las estadísticas hablan por sí solas. Si la dirigencia quiere otra cosa estaría bueno que lo manifiesten en privado. Yo vine a trabajar”, expresó Falcioni en la conferencia de prensa posterior al partido con los santiagueños. En esa línea, remarcó: “Soy empleado y tengo contrato hasta julio de 2023, no hasta el final de campeonato. Si ya me llamaron o no, es privado”.

"No descarto la posibilidad de algún día dirigirlo. Es el club donde me retiré (como jugador)", declaró hace cinco años Gareca, que se encuentra libre tras su paso por el seleccionado peruano. Además de cerrar su etapa como futbolista en Independiente en 1994, el ex director técnico de Vélez volvió en 1997 pero para sentarse en el banco de suplentes, en lo que fue su primera experiencia como DT en la máxima categoría tras haber dirigido a San Martín de Tucumán y Talleres de Córdoba en la B Nacional.

En aquella primera campaña como entrenador de Independiente, Gareca cosechó diez triunfos, diez derrotas y seis empates y se marchó a finales de ese año para darle lugar al regreso de César Luis Menotti, quien volvió al país y al club tras un fallido paso por la Sampdoria de Italia.

Como jugador, Gareca tuvo una etapa en Independiente en el ocaso de su trayectoria.  Arribó en 1993, estuvo hasta el año siguiente, jugó 47 partidos y anotó 11 goles. Pero lo más relevante fue que allí ganó su único título como futbolista en el fútbol argentino: se coronó en el torneo Clausura de 1994 formando parte de aquel muy buen equipo que condujo Miguel Angel Brindisi. Y en el último encuentro ante Huracán, anotó el tanto final.