Sándwiches con corazón

Bondiola en cantidades generosas, casi exageradas, si ese adjetivo fuera posible. Es una bondiola fresca, ahumada y cocinada lentamente, cortada luego como fiambre, para terminar dispuesta como una gruesa y tierna capa carnívora. Ese es el relleno principal del Bhandiolita, sándwich que coquetea con sabores asiáticos bajo lógicas locales: además de la mencionada carne de cerdo lleva paté de hígados de pollo, pepinos curados, hierbas frescas y salsas intensas. Es apenas picante, sale con chips de papa y cuesta $800, una ganga.

El Bhandiolita es el sándwich estrella de Crumb Deli, propuesta recién abierta sobre Av. Corrientes, en Villa Crespo; un local armado por un grupo de jóvenes (la idea original es del periodista y ahora también gastronómico Nicolás Lantos), especializado en sándwiches donde todo es casero, donde todo está hecho con ganas y con amor. El menú es breve y conciso: hay tortilla de papas al horno servida sobre rodaja de pan, que sale con manteca de alcaparras, rodajas de tomate y cebollita caramelizada. Hay también un sándwich de pan de carne (pariente lejano de la hamburguesa) y uno más de berenjenas en escabeche con manteca de miso, miel, ricota perfumada, lechuga y papas pay. Todos cuestan $800 y logran deambular con elegancia entre la originalidad, la contundencia y el sabor.

Ubicado sobre la Av. Corrientes a la altura de Villa Crespo, en una zona bien comercial, Crumb Deli no es más que un pequeño kiosco a la calle con un par de mesitas en la vereda. Cada mañana abre desde temprano para desayunos con buen café de filtro de Cuervo Tostadores ($200; con leche a $250) y un sándwich de queso grillado al estilo estadounidense a $600 (se le puede agregar lomito por $100 extras). Luego, al mediodía arranca con la carta de sándwiches sumando gaseosas caseras (de pera, de tomate, de manzana, de jengibre, $200) y latas de cerveza industrial (desde $300). Ya de tarde cierra sus puertas, aunque prometen reabrirlas para noches divertidas. Uno de esos lugares que da placer haber descubierto.

Crumb Deli queda en Av. Corrientes 5008. Horario de atención: lunes a viernes de 9 a 15. Instagram: @crumb.deli.

Italia al paso

Scrocchiarella podría esconderse en una de esas callecitas anónimas y románticas de Roma. Es un local pequeño y colorido; al fondo se ve la cocina, un horno a leña y otro eléctrico; adelante está el mostrador donde se exhibe la comida del día. En la vereda hay un par de mesas y pronto, prometen, sumarán un deck en la calle. La idea es de Paolo Spertino (el dueño de Renatto Cucina Italiana en Villa Pueyrredón), quien convocó a Daniele Diberi (romano que vive desde hace cinco años en Buenos Aires) para encargarse del día a día. “Hacemos pizza romana, con aceite de oliva y muy poca levadura. Es una pizza crocante, bien distinta a la napolitana”, cuenta Daniele.

El lugar se especializa en una cocina italiana al paso: la pizza que más sale es al taglio (al corte), con sabores clásicos como la Margherita (tomate, mozzarella y albahaca); también de papas y romero, de hongos, de mortadela y de chorizo. Todas son deliciosas y contundentes (de $700 a $800 la porción). Una opción tan recomendada como original es pedir la pizza bianca con porchetta casera: una suerte de sándwich de pan de pizza que envuelve una generosa porción de cerdo aromatizado con especias, una delicia ($1300).

En el capítulo pastas, se puede elegir entre mezze maniche all'amatriciana (pasta corta de trigo candeal con guanciale, vino blanco, tomate perita y queso de oveja, $1200), tagliatelle al huevo con salsa de hongos y queso provola ahumado ($1000) o unos preciosos conchiglie con salsa de tomate, albahaca y mozzarella ($1200). Se suman fussili, ravioles de cordero y casarecce, entre otros. Para terminar con algo dulce, nada como los cannolo siciliano con ricota y chocolate ($500), la sfogliatella ($600) o un refrescante helado de limón a $400. Los precios ya son de por sí amigables, pero además suman combos imbatibles: por ejemplo, una porción de pizza, gaseosa y cannolo o helado, todo por $1300.

Lo mejor de Scrocchiarella es su apego a los verdaderos sabores de Italia. Un bienvenido oasis de tradición en plena ciudad porteña.

Scrocchiarella queda en Cabrera 4896. Horario de atención: martes a domingos de 12:30 a 24. WhatsApp: 11-5912-7703. Instagram: @scrocchiarellapalermo.

Sabores de Armenia

Es una de esas temidas paradojas gastronómicas: por un lado, hay cada vez más shawarmas en la ciudad de Buenos Aires; por el otro, cada vez es más difícil encontrar uno que sea realmente rico, que tenga ese sabor verdadero traído de oriente en lugar de ser apenas un aburrido roll de carne. Por suerte, Shawarmada surge como necesario contraejemplo. En este local ubicado en una esquina de Villa Crespo elaboran un shawarma generoso ($1000), colmado de tierna carne de nalga macerada con un mix de especias de la casa (“ese es mi secreto”, dice Artur, el dueño), además de lechuga, tomate, cebolla y varias salsas: la de yogurt con sésamo, otra de ají dulce y una más picante que solo se agrega a pedido del comensal. Otro diferencial positivo es que, en lugar de utilizar el clásico pan pita, optan por el lavash, una suerte de tortilla de harina de trigo típica de Armenia, bien delgada, flexible y deliciosa, con la que se envuelve el shawarma por completo: no sólo es más fácil comerlo o trasladarlo sin ensuciarse, sino que además queda realmente más rico.

Artur nació en Rusia pero es armenio, lo mismo que Arus, su mujer. Ambos trabajan en el local, donde también ayuda la madre de Artur. Además de la especialidad en shawarmas (de carne y de pollo), se suman varios de los best sellers de la cocina de su patria natal: humus y babagonoush (ambos, $440), rollos de berenjena rellenos de queso crema ($650 las seis unidades), sarma caliente (carne y arroz envuelta en hojas de parra, $950), tolma (mismo relleno pero envuelto en hojas de repollo), keppes de carne y trigo burgol, fatay de carne y de verdura, lehmeyun, falafel, pasa borek (masa filo con relleno de quesos), entre otros. “Hace 17 años que vivo en Argentina. Si bien soy cocinero, también soy orfebre: trabajé en joyería por muchos años, hasta que decidí que quería poner este local”, cuenta. En una ciudad con tanto shawarma sin sabor ni personalidad, esta es una muy buena noticia.

Shawarmada queda en Av. Corrientes 5902. WhatsApp: 11-2593-0745. Horario de atención, todos los días de 11:30 al cierre.