Además de la sequía, se sumaron heladas en los meses donde se produce la cosecha fina en Argentina, es decir, la de trigo y cebada. Las proyecciones vienen en un tobogán, este fin de semana la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) las recortó a 16,5 millones de toneladas la proyección de esta cosecha pero la cifra podría continuar descendiendo. Como correlato, ya comenzaron los tironeos entre los exportadores y la industria molinera local por el abastecimiento. Por eso el gobierno convocó este jueves a ambas partes a una reunión. En tanto, en algunas localidades del interior anticipan una suba de precio del pan para la semana que viene.

Es que el margen es exiguo si se considera que el propio gobierno autorizó a comienzos de año a exportadores a adelantar ventas aprovechando que el precio del cereal alcanzaba valores históricos en el mercado mundial. El fenómeno de sequía de la Niña no había sido debidamente calibrado y a la Nación le convenía el anticipo de retenciones. 

En volúmenes, los exportadores ya tienen comprometidas 8,8 millones de toneladas para embarcar, pero si se contempla que la industria molinera local históricamente demanda 6 millones de toneladas por año para el consumo interno, hay un riesgo si las estimaciones de producción se siguen acortando. Justamente, en un año electoral.

En el sector además observan que muchos productores cuentan con liquidez por haber vendido soja a un tipo de cambio preferencial durante septiembre. Por eso se cree que no están apurados en comercializar el poco trigo que puedan cosechar, a sabiendas que ante la menor oferta los precios subirán.

Desde la Secretaría de Agricultura que conduce Juan José Bahillo informaron que la reunión con representantes del sector fue satisfactoria y que se comprometieron a elaborar en menos de diez días un informe con la evaluación actualizada del impacto de la sequía en la región. De ese informe se derivarán las medidas a tomar para atender la situación. 

Descartaron además que el abastecimiento para el mercado local estuviera amenazado, que los productores estuvieran pidiendo un “dólar trigo” y repitieron también que Bahillo no está dispuesto a alterar las reglas de juego. Ni cupos a la exportación ni más retenciones, traduciría un ciudadano de a pie.

La peor campaña en siete años

La BCR actualizó su proyección de la cosecha a nivel nacional y la ubicó en 16,5 millones de toneladas para 2022/23. Esto es 6,5 millones menos que en el ciclo anterior (una caída del 28 por ciento) que había sido récord para el trigo, al superar las 20 millones de toneladas. La proyección además supone un recorte de 1,2 millones respecto del cálculo del mes de agosto. Al tiempo seco que registró Argentina en los meses de julio, agosto y septiembre, se sumó una enorme amplitud térmica en los últimos días que es letal para los cultivos. El trigo va camino a su peor cosecha en siete campañas, aseguró la entidad rosarina.

El fenómeno de la Niña por tres años consecutivos es algo que solo ocurrió en tres oportunidades desde 1950, según detalló la Oficina de Riesgo Agropecuario dependiente del gobierno. La última vez que se registró fue entre 1998 y 2001, y la anterior vez había sido entre 1973 y 1976. El calentamiento del océano Pacífico ecuatorial da origen a la Niña, y el mismo se ha exacerbado en los últimos años ante el cambio climático que afecta al planeta entero. Con ello también se excerbó la gravedad de los problemas que acarrea.

En el hemisferio sur se está en tiempo de cosecha fina y por ende empezando la comercialización. De allí que las proyecciones de exportaciones de la BCR también se hayan recortado en más de 1 millón de toneladas. En simultáneo comienza de este lado del globo la siembra de la campaña gruesa, de soja y maíz de primera, que podría verse alcanzada por similares percances.

Brasil se siente bien

En el hemisferio norte está comenzando la cosecha gruesa y las proyecciones sobre la oferta y mundial de granos se centran en la soja. El último informe mensual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) recortó las estimaciones de cosecha y stocks en el país. Pero un aumento del precio de la oleaginosa podría verse limitado por dos factores: una menor demanda de China y una cosecha récord en Brasil.

De acuerdo a información oficial de la Companhia Nacional de Abastecimento (CONAB), el organismo brasileño encargado de las estimaciones de siembra y cosecha, los primeros cálculos arrojan una cosecha récord en el país donde las lluvias fueron muy favorables. La producción de unas 312,4 millones de toneladas de soja sería la mayor de la historia de todos los países del mundo.

En relación al mercado mundial de trigo los estudios miran especialmente las idas y venidas en la guerra de Rusia y Ucrania. Sin embargo, las proyecciones tanto en Europa oriental como en el resto de los países relevantes para el mercado mundial de trigo no presentaron cambios relevantes: se mantuvieron las cifras en Canadá, Australia e incluso aumentaron en la Unión Europea.

En tanto en Brasil, la CONAB estimó que se producirán 9,3 millones de toneladas de trigo en la nueva campaña 2022/23, lo cual supone un récord y un incremento de 1,7 millones de toneladas (22 por ciento) respecto del anterior registro histórico de 2021. Esto afectará al comercio bilateral dado que el abastecimiento doméstico en buena medida se complementa con cuantiosas importaciones provenientes de Argentina. Los molinos brasileros serán provistos con una mayor proporción de trigo originado allí, algo que también ocurrió en 2021 cuando el porcentaje pasó de 43,4 a 53 por ciento de provisión local.