El expresidente Mauricio Macri sacó a la venta esta semana su nuevo libro, titulado Para qué. Allí, el referente de la oposición hace un repaso de sus motivaciones en la política, una suave autocrítica de lo que dejó su gestión en el Gobierno nacional y un recetario de lo que haría en caso de volver a imponerse en las urnas si efectivamente decide competir en las elecciones de 2023, lo que por ahora no confirma ni descarta.

El libro, editado por Planeta, llegará a las librerías en los próximos días, aunque ya puede conseguirse a $4.500. En las últimas horas salieron a la luz en las redes sociales varios fragmentos con algunos de los planteos más polémicos del expresidente, donde afirma la necesidad de retomar una serie de políticas ya aplicadas en la Argentina durante la década de 1990, que llevaron a un fuerte aumento de la pobreza, la desocupación, el endeudamiento y la conflictividad social.

"El populismo light no es una opción"

En uno de los pasajes, Macri habla de "tomar decisiones drásticas" en caso de retornar al poder en 2023 y cuestiona dos conceptos: "el buenismo" y el "populismo light": 

“Habrá que tomar decisiones drásticas. Aquel 'buenismo' que algunos señalaron durante nuestra gestión, no va más. El populismo light no es una opción”. El expresidente hace una autocrítica de su gestión y desliza que esta vez deben apretar más a fondo el acelerador. En este “segundo tiempo”, no hay, en la cabeza del opositor, un concepto gradualista.

Reforma laboral, previsional, sindical y fiscal

En otro tramo, el expresidente habla abiertamente de una reforma laboral, sindical, previsional y fiscal. “Debemos tener la valentía de terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal”. Macri pone en términos concretos algunos de los puntos sobre los que se debería tomar esas “decisiones drásticas”, que tienen que ver con eliminar derechos laborales y previsionales adquiridos.

Privatizaciones y la guerra contra Aerolíneas Argentinas

“Existe una larga lista de empresas públicas que deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o que deberán ser eliminadas”. El recetario de los años ‘90 sigue. Y el expresidente no hace solo esa referencia a empresas estatales con déficit fiscal, sino que lo habla en un tono general. De todos modos, su punto de obsesión, Aerolíneas Argentinas, tendrá un párrafo aparte.

“La ciudad de Bariloche (...) carece de un acceso vial que conecte su aeropuerto con la ciudad como corresponde, y además necesita con urgencia un cambio nuevo que pueda unir la ciudad con la zona de Llao Llao”. Esto, dice Macri, es lo que se podría hacer con la plata que el Estado dejaría de invertir en la línea de bandera si se privatiza.

Recorte del Estado urgente e inmediato

“Cada Ministerio, cada área, cada repartición pública deberá impulsar todas las reducciones que sean necesarias de manera urgente e inmediata”. La promesa de ajuste no termina. Macri le habla a los propios funcionarios de la coalición y les adelanta cuál será una de las primeras tareas al frente de sus carteras.

Conflictividad social, piquetes y la amenaza de represión

“Las calles son de todos los ciudadanos y todos tienen derecho a transitarlas. El derecho de protesta debe encontrar un límite cuando perjudica a terceros”. Macri deja muy en claro en Para qué lo que puede suceder con la protesta social y no es otra cosa que mayor represión por parte de las fuerzas se seguridad.

“Deberemos terminar para siempre con los extorsionadores de la paz social. En el segundo tiempo terminaremos con los gerentes de la pobreza. La intermediación parasitaria en materia de distribución de ayuda tiene que terminarse”. Además, el expresidente asegura que se avanzará sobre la estructura de planes sociales en el país.

“Tanto el equipo de gobierno como los ciudadanos comprometidos con nuestro para qué deben saber que va a ser necesario mucho coraje. La resistencia el cambió será dura. Pero nuestras convicciones deberán serlo aún más”. Parecería que Macri tiene claro que este programa no se hará sino a costa de una gran resistencia de la sociedad. Por eso planta bandera y le pide “mucho coraje” a los propios.

Cuba, Venezuela y Nicaragua

“Hoy sólo nos vinculamos con los peores de la clase. Nada bueno trajeron las alianzas con dictaduras criminales como las de Cuba, Venezuela o Nicaragua. Habrá que comenzar de nuevo y la reconstrucción de la credibilidad nacional”. En materia internacional, el expresidente no plantea algo diferente a lo que realizó durante su gestión. Una gestión que mira más al norte que a los países limítrofes y regionales.

El llamado a Carlos Bianchi

Estoy seguro de que vamos a ganar esta copa. Por eso te llamé. Si salimos a colgarnos del travesaño nos matan. Tenemos que jugarles de igual a igual. Estoy seguro de que asi les ganamos, le respondí. Bianchi me miró primero con desconfianza y luego su expresión se fue transformando. Dio un salto y comenzó a sonreír”. 

Por supuesto, el libro también deja algunas perlitas, como esta conversación que expresidente aseguró tener con el exDT de Boca, el “Virrey” Carlos Bianchi, y le explicó cómo debía jugar la segunda final con Palmeiras por la Copa Libertadores del 2000.