El Gobierno presentó la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), un programa para agilizar los trámites de exportación e importación. “Nuestro objetivo es que ningún trámite se haga en papel sino que todo pase a formato digital. Nos planteamos una reforma total del Estado. No hay que hacer reingeniería del Estado. Hay que cambiarlo de cero. Como hicimos en la Ciudad. La VUCE es parte de esa transformación”, dijo Eduardo Martelli, secretario de Modernización Administrativa. Más allá de la agilización del tramiterío con la cual nadie está en desacuerdo, los empresarios en general esperan que el Gobierno suavice las medidas de control del comercio exterior, lo que representa una buena noticia para los operadores y los exportadores. La industria nacional que atiende al mercado interno y compite con los productos importados toma la noticia como una advertencia (ver nota aparte), en el marco un escenario en donde en un plazo no muy largo se eliminará el sistema de licencias no automáticas de importación.

La presentación de la Ventanilla Unica de Comercio Exterior (VUCE) contó la presencia de directivos de la Cámara de Exportadores, la Unión Industrial Argentina, la Sociedad Rural y la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Por parte del Gobierno expusieron el ministro de Producción, Francisco Cabrera; el secretario de Comercio, Miguel Braun; el titular de la AFIP, Alberto Abad y el mencionado Eduardo Martelli. El ministro Cabrera resumió que su gestión tiene “dos ejes sobre el comercio exterior: uno que Argentina se abra al mundo, porque éramos el tercer país más cerrado, y el otro es simplificar los tramites del comercio exterior”. “La VUCE es estratégica para el accionar de la Aduana en términos de agilizar y trazabilidad y transparencia”, señaló Abad.

Los funcionarios no expusieron el detalle de los cambios que buscan implementar, pero hubo conceptos repetidos como por ejemplo que “todos los trámites pasen del papel al formato digital”, “desburocratización” y “simplificación”. La VUCE concentrará la gestión de autorizaciones y certificaciones exigidas por la normativa vigente para las operaciones de importación, exportación y tránsito de mercaderías.

Uno de los puntos centrales del programa de “agilización” de las operaciones de comercio exterior es la eliminación del llamado “canal rojo” de Aduana, que informó este diario días atrás. El canal rojo es el medio por el cual los funcionarios de Aduana tienen contacto físico con la mercadería a exportar o importada. Por ejemplo, en calzado y matrices, la totalidad de las importaciones se chequean al detalle en los containers. Una de las maniobras típicas que se busca evitar es la tergiversación en la posición arancelaria declarada, lo cual permite evadir el filtro de las licencias no automáticas. También se utiliza para detectar maniobras de subfacturación y sobrefacturación en la exportación e importación. En Aduana advierten que ese control es muy engorroso y que está muy atravesado por una red de coimas que lo vuelven poco funcional. Para las pymes, se trata de una etapa importante en la administración comercial.

Otro de los objetivos del programa oficial de modificación de la gestión del comercio exterior es la eliminación de las licencias no automáticas de importación (LNA). El secretario de Industria, Martín Etchegoyen, les anticipó a una serie de cámaras que agrupan a empresas industriales pyme que “las Licencias No Automáticas tienen fecha de vencimiento”. Las licencias no automáticas introducen una suerte de filtro para la importación que si bien es muy permeable, es mucho mejor que nada, dicen que los pymes. La intención oficial es reemplazar a las licencias con una serie de barreras paraarancelarias, como las normas técnicas y los antidumpings.

Sin embargo, no hay en la agenda oficial avances concretos para el reemplazo de las LNA. La gestión de Miguel Braun en la secretaría de Comercio no dictó ni una sola norma técnica y las medidas antidumpings continuaron con el ritmo que venían teniendo con el Gobierno anterior, cuando constituían un instrumento lateral de la administración de comercio, que estaba dominada por las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI).