El Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima autoridad judicial de Brasil, aprobó la adopción de medidas especiales para combatir la divulgación de fake news, como se llama a las noticias falsas, en la recta final hacia el crucial balotaje entre los candidatos presidenciales Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva.

Por 7 votos a 0, la Corte ratificó una resolución del Tribunal Superior Electoral (TSE) para actuar de oficio y quitar inmediatamente del aire espacios publicitarios y perfiles de las redes sociales conteniendo fake news.

La Corte consideró que el TSE tiene el "legítimo poder de policía sobre la propaganda electoral" y es necesario que actúe con celeridad para impedir las "consecuencias nocivas" de la "rápida" diseminación de informaciones engañosas.

Campañas de fake news para incidir en el resultado

En una campaña donde las informaciones inexactas aumentaron en un 1.600% frente a los comicios municipales de 2020, "el estrago" de los contenidos falsos es "inconmensurable" para la "libre circulación de ideas", argumentó el STF.

La sentencia del STF derrumbó una acción impulsada por el Ministerio Público Federal (MPF), que sostuvo que el "poder de policía" asumido por la Justicia electoral adquirió una "proporción nunca vista antes", comporta una suerte de censura previa y es una amenaza a la "seguridad jurídica".

A días del balotaje

El próximo domingo el mandatario de ultraderecha Jair Bolsonaro, del Partido Liberal, y el exmandatario de izquierda Luiz Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), disputarán el balotaje del cual surgirá quién gobernará Brasil entre 2023 y 2026.

Lula, que está arriba en las encuestas por entre 5 y 7 puntos, anticipó que de resultar vencedor no se presentará para una eventual reelección.

Desde la campaña del presidente Bolsonaro se tildó de "autoritaria" la resolución del TSE de la semana pasada, que fue refrendada recientemente por el STF.

Acciones contra las fake news

El domingo pasado, la justicia le pidió a Bolsonaro que retirara las piezas que asociaban a Lula con el gobierno de Nicaragua, otro que lo vinculaba con casos de corrupción, una que aseguraba que el PT iba a cerrar iglesias evangélicas en caso de asumir el poder y la que sugería que el exgobernante había celebrado el surgimiento del coronavirus, entre otras.

A la campaña de Lula le solicitaron dar de baja un spot que responsabilizaba a Bolsonaro y sus hijos con un esquema de corrupción, uno sobre la compra de inmuebles con dinero en efectivo y otro en el que el propio mandatario dijo que estuvo a punto de comer "carne de indio".