Elon Musk, el hombre más rico del mundo, concretó finalmente la compra de Twitter por 44.000 millones de dólares, con el objetivo proclamado de "garantizar la libertad de expresión". Los críticos al desembarco del magnate en esa red advirtieron sobre el riesgo de una profundización de la desinformación y los discursos del odio. Uno de los primeros que salió a festejar este viernes fue el expresidente Donald Trump, amigo de Musk y tuitero bloqueado tras la toma del Capitolio.

"El pájaro es libre", tuiteó Musk el jueves por la noche en un guiño al icónico logotipo de Twitter, al concluir la compra de la compañía después de meses de incertidumbre y especulación, en un proceso que casi termina en juicio.

"La fusión entre Twitter y X Holdings se selló el 27 de octubre", confirmó oficialmente la bolsa de Nueva York (NYSE) en un documento enviado al regulador de los mercados estadounidenses. "Todas las acciones de Twitter fueron intercambiadas por 54,20 dólares en efectivo", el precio pactado para esta compra.

Así, tal como se había adelantado, la acción del grupo fue suspendida el viernes en el NYSE, que anunció su intención de bajarla del panel de cotizaciones próximamente. Musk tenía hasta este viernes para terminar la compra de la red social, según decisión judicial.

Twitter y Musk firmaron un contrato a fines de abril para que el millonario se hiciera de la red. Pero luego, Musk unilateralmente quiso abandonar el acuerdo en julio. Entonces Musk bombardeó a Twitter con críticas antes y luego de la firma del convenio, acusándola en particular de censurar a los usuarios y de no luchar lo suficiente contra los spams y cuentas falsas.

El multimillonario fundador de Tesla justificó su marcha atrás afirmando que la proporción de cuentas automatizadas en la red social era ampliamente superior al 5 por ciento que la empresa declaraba. La empresa lanzó una querella judicial para forzarlo a honrar su compromiso, y parecía que tenía chances de ganar en una corte. Luego, cuando se acercaba la fecha del juicio, Musk decidió seguir adelante con la compra.

Los cruces

El acuerdo de abril fue recibido con recelo por sectores más a la izquierda y alegría por los llamados "libertarios" o la derecha del espectro político estadounidense, por la intención proclamada de Musk de flexibilizar las reglas y la moderación de contenidos "para garantizar la diversidad de ideas".

El jueves, Musk dijo en una carta a los anunciantes publicada en su cuenta de Twitter que es "importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública en línea donde una gran variedad de opiniones puedan debatirse de manera saludable, sin recurrir a la violencia". "Dicho esto, Twitter obviamente no puede ser un lugar infernal abierto a todos, donde pueda decirse todo sin consecuencias", añadió. Musk adelantó el viernes que Twitter formará un comité de moderación de contenidos con puntos de vista "muy diversos".

Los aplausos, rechazos, y también advertencias tras oficializarse la compra, no se hicieron esperar. "Estoy muy feliz de que Twitter ahora esté en buenas manos y ya no será dirigido por lunáticos y maníacos de la izquierda radical que realmente odian a nuestro país", dijo el ex presidente Donald Trump, asiduo usuario de Twitter hasta que fue bloqueado tras el asalto al Capitolio por parte de sus simpatizantes el 6 de enero de 2021. Trump no aclaró si regresará a Twitter tras fundar su propia red, Truth Social.

"Los principales anunciantes de la plataforma deben tomar nota" de la compra de Twitter por parte del fundador de Tesla y Space X: "Si Musk implementa solo una fracción de los cambios que sugirió, la plataforma abrirá las compuertas a la desinformación y los discursos de odio, y restituirá muchas cuentas peligrosas y abusivas, incluyendo la del expresidente Donald Trump", criticó de su lado la ONG Media Matters for America.

Fuera de Estados Unidos, los políticos europeos se apresuraron a advertirle a Musk, un magnate estadounidense de origen sudafricano, que el continente tiene regulaciones para las redes sociales. "En Europa, el pájaro volará según nuestras reglas", tuiteó Thierry Breton, el comisario de Mercado Interno de la Unión Europea, en respuesta al mensaje de Musk.

Los planes de Musk

Elon Musk señala que quiere luchar contra el spam y las cuentas falsas. También aludió en el pasado a "X", su visión de una aplicación multitareas que podría incluir mensajería, red social, servicios financieros, al modo de WeChat en China.

Twitter, que contaba con 238 millones de usuarios cotidianos "activos" a fines de junio, alcanza a un público menos numeroso que Facebook. Pero es la red predilecta de muchos políticos, incluidos presidentes, así como empresas y medios de comunicación.

La red estará bajo mucha presión en el plano financiero. El crédito de 13.000 millones de dólares que Musk contrajo para comprar la empresa deberá ser reembolsado por la firma y no por el nuevo dueño personalmente, según un mecanismo de compra mediante deuda conocido como LBO en Estados Unidos. La salida de Twitter de la bolsa le da margen de maniobra a Musk quien, según algunos medios estadounidenses, podría despedir a una parte importante de los empleados de la empresa, que tiene dificultades para generar ganancias.

En serios problemas

Twitter es muy popular entre políticos, periodistas y celebridades. Pero la red social del logo del pájaro azul atrae a un público más reducido que otros competidores, entre ellos Facebook.

Al final del segundo trimestre, Twitter tenía casi 238 millones de usuarios diarios activos en su plataforma. Eso es mucho menos que los 1.980 millones con los que Facebook afirma contar. Si se le suma Instagram, WhatsApp y Messenger, la casa matriz Meta se acerca a los 3.000 millones de usuarios diarios.

Twitter también es superado por las plataformas Pinterest (445 millones de usuarios mensuales) y Snapchat (363 millones de usuarios diarios).

TikTok, que pertenece al grupo chino ByteDance, no cotiza en bolsa y no comunica su número de usuarios. Sin embargo, en septiembre de 2021, la aplicación de videos cortos declaró haber superado la barrera de los 1.000 millones de usuarios en todo el mundo.

Barack Obama es la personalidad más seguida de Twitter. El expresidente estadounidense tiene 133,5 millones de suscriptores. Le sigue el cantante canadiense Justin Bieber y sus 113,8 millones de seguidores, mientras que Elon Musk, jefe de Tesla, SpaceX y ahora propietario de Twitter, completa el podio con 110,6 millones. La cantante estadounidense Katy Perry es la mujer más seguida en la red, con 108,9 millones de suscriptores.

Donald Trump, que contaba con casi 89 millones de seguidores, fue expulsado de la plataforma poco después del asalto al Capitolio, sede del Congreso estadounidense, el 6 de enero de 2021. El exinquilino de la Casa Blanca había sido acusado de incitar a sus partidarios a la violencia. Sin embargo, Musk dio a entender que su cuenta podría ser reactivada.

Desde el punto de vista financiero, Twitter tampoco juega en la misma liga que sus principales rivales. El grupo californiano logró, de abril a junio, un volumen de negocio de 1.200 millones de dólares, lo que representa una bajada de 1% en un año. Su facturación es 25 veces menos que la de Meta. También sufrió una pérdida neta de 270 millones de dólares.

Según un artículo del Washington Post, Musk planea despedir, a largo plazo, a casi el 75% de los 7.500 empleados de Twitter.

Los resultados de esta red en el segundo trimestre podrían ser los últimos en hacerse públicos. Musk afirmó que deseaba retirar la empresa de la Bolsa de Nueva York, lo que pondría fin a su obligación de divulgar públicamente información sobre su salud financiera.